Testigo privilegiada del crecimiento y desarrollo de una ciudad milenaria como Vitoria-Gasteiz, la ‘Catedral Vieja’ se presenta ante los visitantes como un algo más que un templo de culto. Es un recinto en el que aprender de la historia de una ciudad; en el que empaparse de una cultura que prevalece a través de los siglos; y es la excusa perfecta para planificar una escapada a una de las ciudades con más tesoros y experiencias que ofrecer en el norte de España.
Situada en la costa cantábrica española, la ciudad de San Sebastián enamora a primera vista. Su bahía de aguas cristalinas y sus playas de arena blanca, su parte antigua, su cultura, su patrimonio arquitectónico repleto de hermosos edificios, sus rincones mágicos, sus zonas de compras y de ocio, su exquisita gastronomía y el espíritu acogedor de los donostiarras son motivos suficientes para convencer a los viajeros más exigentes.
En términos generales, el turismo rural ha tenido un verano positivo. Debido a las reservas de última hora, los datos de ocupación registrados a finales de agosto han sido superiores a lo estimado antes del inicio del verano. El sector rural cierra los meses de julio y agosto con un balance de ocupación del 41%, dos puntos superior a la cifra registrada el año pasado y cuatro más que en el verano de 2017, lo que refleja la tendencia positiva del sector con un crecimiento sostenible.
Desconectar es uno de los principales objetivos de los españoles cuando se van de fin de semana. Para ello, buscan lugares que ofrezcan una amalgama de opciones que les permitan realizar actividades diversas para que puedan olvidar la rutina diaria. País Vasco se ha convertido en uno de los enclaves donde los turistas pueden encontrar ese abanico de alternativas de ocio y descanso para unas vacaciones total relax.
España cuenta con 8.124 municipios, según nos acaban de recordar en las recientes elecciones municipales, de los que casi 5.000 tienen menos de 1.000 habitantes. Pero entre ellos hay pueblos muy bellos, con importante patrimonio cultural y artístico, con un entorno natural bien conservado, con mucha actividad de sus habitantes, con vida...
En esta localidad vizcaína todo surge en torno a su puerto. De hecho, esta urbe posee una de las industrias conserveras de productos del mar más importantes de este punto del país. También el Museo del Pescador da fe de la larga tradición que vincula a este municipio con el mar. En el entorno natural, entre otras joyas, destaca el islote que en su cima acoge a la ermita dedicada a San Juan.
El verano está cerca y, en un año de Mundial, muchos aprovechan para desconectar y aprovechar que muchas ciudades, playas y montañas estarán menos concurridas. Y San Sebastián es una de estas localidades, donde el viajero puede disfrutar de una buena variedad de posibilidades para relajarse.
Durante 2017, la Bodega de La Ciudad del Vino de Marqués de Riscal ubicada en Elciego (Álava) ha superado por primera vez los 100.000 visitantes, número que se ha multiplicado por 20 si miramos a la cifra de cerca de 5.000 turistas que visitaron la bodega en 2005, un año antes de la inauguración del Hotel Marqués de Riscal diseñado por el arquitecto, Frank O. Gehry.
Vitoria-Gasteiz despliega todos sus encantos navideños para hacer que el visitante se sienta parte de la ciudad en estas fechas tan especiales. De esta forma, ahondar en las tradiciones es posible a través de la famosa ruta de los belenes cuyo recorrido completo está conformado por 15 nacimientos. Entre ellos, destaca el Belén Monumental del parque de la Florida de medio siglo de historia.
Aunque el verano es la época preferida por los turistas de todo el mundo, muchos saben que el mejor momento para viajar es en otoño; cuando las ciudades retoman su ritmo normal y se puede aprovechar cada minuto de la cultura local como los propios lugareños. Durante estos meses, lo único difícil es elegir el destino que quieres visitar.
Las Fiestas de la Virgen Blanca regresan con fuerza a Vitoria-Gasteiz del 4 al 9 de agosto. El ‘chupinazo’, a las 18 h del primer día, será la señal para que un año más Celedón baje desde la torre de San Miguel hasta una abarrotada Plaza de la Virgen Blanca, donde miles de vitorianos y turistas reciben a este personaje que simboliza la alegría de las fiestas.