Nos acercamos hasta el estado de Baviera, en Alemania. Buscamos una ciudad bañada por los ríos Meno y Aschaff. Precisamente, de este último río recibe su nombre. Estamos en Aschaffenburg, una urbe alegre que goza de un clima suave y muy agradable. Estas características junto a su ambiente animado y lleno de vida han hecho que sea conocida como la Niza bávara.
La ciudad está considerada la puerta de entrada al Parque Natural de Spessart, una de las zonas de bosque más grandes de Alemania. En este bello territorio conviven zonas pobladas de hayas y robles con valles atravesados por ríos y pequeños arroyos. Es un lugar muy popular para la práctica del senderismo y el ciclismo gracias a sus bien trazados senderos.
Dejamos el bosque y volvemos a Aschaffenburg, con el fin de alcanzar nuestro destino. Estamos en una ciudad con alrededor de setenta mil habitantes que goza de una activa vida cultural y sus calles y plazas invitan a un paseo entre fuentes, jardines y numerosos monumentos. Aunque el gran símbolo de esta urbe bávara es una imponente construcción del siglo XVII: el castillo de Johannisburg.
El castillo de Johannisburg es un gran palacio renacentista que goza de muy buena conservación y que está ubicado en el corazón de la ciudad, a orillas de río Meno. Se construyó con piedra arenisca roja sobre las ruinas de un antiguo castillo medieval que fue destruido por las llamas unos siglos antes.
El impresionante edificio fue la segunda residencia del arzobispo de Maguncia hasta los primeros años del siglo XIX, de hecho, sus habitaciones aún conservan el mobiliario original. En otra de las estancias del castillo puede verse una original y curiosa colección de reproducciones en corcho de diferentes monumentos y edificaciones emblemáticas de la antigua Roma, como el Coliseo. Además, en su interior también puede verse el museo del castillo, algunas importantes colecciones de arte y la valiosa biblioteca.
El castillo de Johannisburg está rodeado por bellos jardines creados con plantas características de la flora mediterránea. Sin duda, este histórico edificio invita una interesante visita cultural y lúdica, imprescindible si nos encontramos en Aschaffenburg.
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