Vitoria se prepara para las fiestas de la Vigen Blanca

La capital vasca inicia el mes de agosto con sus Fiestas patronales de la Virgen Blanca del viernes 4 al miércoles 9 de agosto. La festividad arranca con el tradicional ‘chupinazo’, el día 4 a las 18.00 horas, y la posterior bajada de Celedón, que será recibido por miles de personas que abarrotan la Plaza de la Virgen Blanca y sus aledaños.

La programación de actividades es muy variada y para todos los públicos, empezando por los espectáculos musicales, grandes conciertos, exhibiciones gastronómicas y deporte rural vasco. También hay un sinfín de espacios para disfrutar de toda clase de música: bandas, verbenas y conciertos de música de cámara en el incomparable marco arquitectónico del pórtico gótico de la Catedral de Santa María.

Otro punto de interés son las atracciones del Recinto ferial de Mendizabala, así como los mercados de artesanía repartidos por el centro de la ciudad. Destaca por su singularidad el zoco árabe, que entremezcla restauración, artesanía y animaciones directamente relacionadas con esta cultura. La feria de artesanía y gastronomía popular es otro espacio muy concurrido dentro de un completo programa cultural y de ocio.

Por la noche, el Recinto de Mendizabala acoge en La Blanca 2017 la XIV Muestra Internacional de Fuegos Artificales, donde la pirotecnia vencedora tendrá la oportunidad de volver a participar en la edición del próximo año. Los fuegos artificiales constituyen una representación que fascina a adultos, jóvenes y niños, ya que todo el mundo desea contemplar en una privilegiada posición un show visual tan impactante. Igualmente, los toros de fuego, las dianas o el trayecto a la plaza del Renacimiento integran otras actividades de esta categoría.

El deporte cuenta con un gran protagonismo a lo largo de una de las semanas más destacadas en Vitoria-Gasteiz. La Virgen Blanca tiene en su cartel una serie de campeonatos de pelota y Herri Kirolak, varias pruebas en las que el carácter festivo, el juego limpio y la competitividad brillarán con luz propia. Los habitantes de la ciudad son, sin duda, buenos anfitriones para la gran cantidad de turistas que visitan la provincia vasca con la intención de conocer la festividad de su patrona, haciendo que se sientan como en su propio hogar.