Sicilia, la isla en el corazón del Mediterráneo, es más que un simple destino vacacional; es un viaje a través de la historia, la cultura y las tradiciones que han moldeado este rincón de Italia a lo largo de los siglos. Con su clima templado, playas de ensueño y patrimonio histórico que desafía el tiempo, Sicilia invita a explorar cada uno de sus rincones con una promesa de convertirse en inolvidable.
Sobre el monte San Giuliano, a 750 metros de altura sobre el nivel del mar, se encuentra esta bella localidad de Italia, en la provincia de Trapani, un lugar que ofrece una simbiosis perfecta entre historia, arte y naturaleza. La población posee un ambiente medieval en el que parece haberse detenido el tiempo.
El final del estado de alerta en España y en varios otros países coincide con el comienzo del verano y la temporada más alta de viajes, aunque previsiblemente este año no serán tan alta. Dos de cada tres españoles, según una encuesta reciente, no tienen previsto salir de vacaciones este verano, pero los que sí lo hagan, alrededor de un 90%, optarán por hacer turismo dentro del país, lo que no es una novedad ya que ese porcentaje se viene repitiendo desde hace décadas.
Estamos en plena época estival y la gente va en búsqueda de los mejores destinos para pasar las vacaciones. Una de las opciones más elegidas por los turistas es viajar a Italia, un país en el que podrán disfrutar de una de las mejores gastronomías del mundo, ciudades con encanto y una belleza increíble y lugares con una gran carga histórica.
Nos encontramos en un pueblo de tradición marinera que se sitúa en la costa norte de Sicilia, a cerca de 70 kilómetros de Palermo. La historia de esta población de Italia es intensa y el lugar es pintoresco y encantador. El edificio que domina el centro de la localidad es su magnífica catedral, un templo declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.