Cáceres te invita a su bellísima Semana Santa, de Interés Turístico Internacional

La Semana Santa de Cáceres figura entre las más antiguas de España, repleta de una simbología de extraordinaria belleza y recogimiento, y con una buena parte de sus recorridos procesionales transitando, nada más y nada menos que por la Ciudad Medieval cacereña, una de las ciudades más atractivas y mejor cuidadas de España, con un patrimonio de palacios, iglesias, murallas, torres, fortalezas, casas nobiliarias, de exquisita belleza y presencia, abierta a los ojos del visitante. Tan es así que Cáceres alberga el tercer conjunto histórico-artístico y monumental mejor conservado de Europa, después de los de Praga y Tallin. 

La talla de Jesús Nazareno, en la madrugada cacereña

Con esa exposición inicial, donde se da cita un rigor de muchos años en los desfiles, arraigados en una devoción y cultura tradicional de excepcional relieve, basada en los cimientos de la historia así como en una extraordinaria riqueza en su imaginería, de una inmensa presencia con la participación de más de quince mil cofrades, la Semana Santa de Cáceres, bellísima, austera, sobria e impresionante, aúna una serie de considerandos que la hacen figurar entre esas veinticinco únicas Semanas Santas españolas que ostentan un título, de tanta sensibilidad y distinción, como el de haber sido declarada de Interés Turístico Internacional, desde el año 2011. 

Lo que lleva a que la Semana Santa sea uno de esos reclamos y atractivos para darse un salto hasta Cáceres y situarse en sus escenarios históricos y medievales, de gran sabor, y poder presenciar sus desfiles penitenciales por las angostas callejuelas, por las pequeñas plazoletas, por los adarves… 

El Cristo de los Estudiantes, siempre rodeado de rojos claveles

A caballo entre la multitud y un contenido e impresionante silencio, de devoción y de admiración, en el alma de todos cuantos ocupan un lugar de honor por todos sus rincones, todos los de la Ciudad Histórico-Monumental y Artística de Cáceres, a la espera de contemplar ese desfile de cofradesque notan en cada uno de sus pasos como un rayo de luz, cooperando con la exaltación de una amplia y llamativa serie del ritual semanasantero cacereño, tradicional siempre, siempre costumbrista, que iluminan la esencia de una de las Semanas Santas más bellas de España. 

Anímate, lector, que aún estás a tiempo, aunque las más de dos mil quinientas plazas hoteleras se van cuajando, paulatinamente, de reservas, de tantos visitantes incentivados por esa genuina hermosura que desprenden las estaciones penitenciales que llevan a cabo las diferentes Cofradías. 

El conjunto escultórico de la Sagrada Cena

Arrancando en el Sábado Santo, con la procesión del Santísimo Cristo de la Preciosa Sangre, Cáceres se llena de un fervor y de una devoción especial y que ya no para hasta finalizar en el recorrido del encuentro entre las dos procesiones que marchan separadas hasta el encuentro en la Plaza Mayor entre las imágenes del Cristo Resucitado y la Virgen de la Alegría y el Señor, en el domingo de Resurrección. 

En esos ocho días podrás empaparte con el sabor más auténtico de una de las Semanas Santas más hermosas y bellas de España y, preferentemente, en un lugar mágico, sí, pero real, que es la ciudad intramuros. Un tiempo a lo largo del cual desfilan hasta cincuenta y cuatro pasos con una serie de imágenes extraídas de la vida de Jesús, con una serie de impresionantes tallas, con un respeto tradicional que sobresale en todos, y con la presencia del todo Cáceres alrededor de los recorridos procesionales. 

Un penitente en la procesión del Cristo del Perdón

Ya, entonces, Cáceres, querido lector, se transforma en un sin parar. Porque cada procesión es uno más de todos los que alzan el sentido histórico-costumbrista de un pueblo que se arraiga en la fe de sus creencias e impulsa ese fenómeno participativo en estos días. 

Y a lo largo de los cuales podrás contemplar una imaginería hermosa y variada, con algunas preciadas tallas de los siglos XIV y XV, que transitan por diferentes lugares. 

Impresionante imagen del Cristo Negro

Tienes tiempo para dejarte llevar, sobre todo, por la página extraordinaria que configura la Muy Solemne, Venerable y Pontificia Cofradía Hermandad Penitencial del Santo Crucifijo de Santa María de Jesús, con el Cristo Negro, talla del siglo XIV, rodeada entre misterios, rogativas y leyendas, en un sorprendente ritual medieval, que arranca a las doce de la noche del miércoles, con voto de silencio, cuando el alcalde mayordomo golpea en la puerta diciendo: “Que salga la Hermandad del Cristo Negro. Dios lo quiere así”.Una procesión que, ya, desde ese mismo instante, deambula, casi de puntillas, en pleno y emocionante silencio de la alta madrugada cacereña, ya bajo el fervor primaveral, y tan solo con la luz que se desprende de las antorchas de los cofrades. 

La Dolorosa, saliendo del templo de San Mateo

Como consejo del articulista no deberías perderte tampoco la procesión de la Esperanza, en la tarde del miércoles desde la iglesia de San Juan, la de la Sagrada Cena, desde el templo de Santiago, la procesión de la Vera Cruz, en la tarde del jueves, desde la iglesia de san Mateo, en el corazón de la Ciudad Medieval, la Procesión de la Madrugada, que desfila a las cinco de la mañana del viernes, con la emblemática imagen de Jesús Nazareno, y la Procesión de los Estudiantes, desde el templo de Santo Domingo. 

Una Semana Santa, pues, intensa y emotiva, apasionada y apasionante, cacereñista. 

Y ya que estás en Cáceres, amigo viajero, no dejes atrás la riqueza de la gastronomía típica y popular de la tierra, que desborda de los más deliciosos sabores, incluyendo algunos platos propios de estos días, como el Potaje de Vigilia, con garbanzos, espinacas, huevo cocido y bacalao, sopa de tomate, revuelto de criadillas, espárragos trigueros, buñuelos de bacalao, y dulces como las torrijas, los pestiños, mantecados, a base de manteca de cerdo, harina, vino blanco, canela y azúcar, huesecillos o las floretas, bañadas en miel. de los que podrás disfrutar en los numerosos restaurantes situados tanto en la ciudad histórico-monumental como en la Plaza Mayor y aledaños. 

Un año más las calles cacereñas viven el esplendor de su Semana Santa, tradicional, y, sin embargo, muy abierta, desde ese otro desfile que se perfila por las páginas de la historia, que se arraiga en remotos tiempos, y de la que Luis Salaya, alcalde de Cáceres, señala en la Guía correspondiente a la de este año: “Vivamos esta Semana Santa como un momento para sentir orgullo de nuestras raíces y de la riqueza cultural que nos define comunidad”.

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Fotografías cedidas por el Portal Oficial de Turismo de Cáceres