Piérdete por entre las piedras de la ciudad medieval de Cáceres, Patrimonio de la Humanidad. Todo un lujo. La luz, reflejada en la monumentalidad cacereña, se conforma como bellísima. Se diría que la luz de Cáceres es arte. Además, una rica y muy diversa gastronomía típica y popular, junto al ritual tapeo con pincho, por los bares, es otro de los señeros atractivos en Cáceres.
La noche se va abriendo paso, paulatinamente, en Cáceres (Manuel González)
Ciudad de puertas abiertas, amurallada en su recinto histórico-artístico y monumental, Cáceres se ofrece y abre a todos como una de las ciudades medievales más sugerentes y atractivas. Monumento Nacional en 1949, Patrimonio de la Humanidad desde 1986, tercer conjunto monumental mejor conservado de Europa, bien merece un detenido recorrido para visitar las veintidós torres, como la de Bujaco, la de los Púlpitos, la Yerba, la de Espaderos; palacios, como el de Las Veletas, donde destaca un gran aljibe, almohade, el de los Golfines de Abajo, siglo XV, el de Hernando de Ovando, siglo XVI, el de Toledo-Moctezuma, el Episcopal, con fachada renacentista, el de las Cigüeñas; Arcos, como el de la Estrella, siglo XVIII, barroco, principal puerta de acceso a la ciudad monumental, o el del Cristo; Puertas, como la del Cristo, de origen romano, o la del Postigo; casas nobiliarias y solariegas, la Casa del Sol, siglo XV, de los Becerra, de los Aldana, de los Caballos…
Arco del Río, también conocido como Puerta del Cristo
Y adarves, como el de la Estrella, el del Obispo Álvarez de Castro; iglesias, como la de santa María, con un artístico retablo plateresco, con madera de cedro, la de san Francisco Javier, también conocida como la Preciosa Sangre, barroca, del siglo XVIII, la de san Mateo, del siglo XVI, sobre una antigua alcazaba árabe; conventos, como el de san Pablo o el de santa Clara, monumentos por todo el casco histórico, la Enfermería de San Antonio, el Hospital de los Caballeros, la Judería, incrustada en el popular barrio de san Antonio, con numerosas casas encaladas, el Olivar de la Judería, la Casa del Judío Rico, la Casa del Mono, el Foro de los Balbos, jardines, como el de Cristina de Ulloa, el Baluarte de los Pozos, en medio de un sinfín de angostas callejuelas, plazoletas yrincones, todos ellos, de extraordinaria belleza y atractivos, alrededor de cuatro plazas, las de santa María, san Mateo, la de san Pablo y san Jorge, con sabor, siempre, a historia, a arte, a luz…
Escudo y ventanal del Palacio de Mayoralgo
Lo mismo que puede contemplar el viajero más de mil escudos, que dejan constancia de la raigambre nobiliaria y su poderío, fachadas platerescas, góticas, renacentistas, portadas con sillares almohadillados, retablos barrocos, balcones esquinados, faroles, con preciosa luz que amarillea la noche, saeteras, hornacinas, como la de Santana, patios herrerianos, mudéjares, toscanos…
Una fascinante Ciudad Medieval en la que destaca, a todas horas, su luz. La piedra y la luz se fusionan en Cáceres conformando, sencillamente, una joya.
2: CÁCERES, UNA CIUDAD DE CINE
La ciudad Medieval conforma un inmenso escenario cinematográfico donde se ruedan con frecuencia imágenes, escenas, secuencias, series televisivas, documentales, películas, cortometrajes…
Escena de la película "Hernán, el hombre" por el Rincón de la Monja
“El tulipán negro”, “La lozana andaluza”, “Isabel”, “La catedral del mar”, “La Celestina”, “Juego de Tronos”, “Leonor”, “1492, La Conquista del Paraíso”, “Teresa, el cuerpo de Cristo”, “Hernán, el hombre”, “Inés del alma mía”, “Romeo y Julieta”, “Los señores del acero”, generando una recreación con un marco escénico de gran belleza, bajo la dirección de figuras como como Ridley Scott, Juan Luis Buñuel, Vicente Escrivá, Ray Loriga, de actores y actrices como los que representan Alain Delon, Virna Lisi, Gerard Depardieu, Penélope Cruz, Michelle Jenner, Fernando Sancho, Armand Assante, Euron Greyjoy, Jon Snow, Jennifer Jason, Maribel Verdú, Juan Diego, Rutger Hauer, Alvaro de Luna, de productores, cámaras y otros.
Un marco escénico, el de Cáceres, en donde las calles empedradas, los palacios, las torres, las casonas medievales, son el sabor y el ambiente medieval, bajo una acertada rehabilitación histórica, posibilitan que el casco monumental ese Cáceres se conforme como todo “un plató maravilloso”. Tal como manifestara en su día Jordi Frades, director de la exitosa serie “Isabel I”, en una acertada frase que dio la vuelta por el panorama cinematográfico y por todo el mundo.
3: GASTRONOMÍA
El riquísimo jamón ibérico extremeño. Siempre, una delicia
En Cáceres, Ciudad Medieval, Capital Española de la Gastronomía en 2015, puedes degustar un aperitivo o entrante de queso como la torta del Casar, con Denominación de Origen, uno de los quesos estrella de España, con leche cruda de oveja entrefina, y cremoso, o de los Ibores, éste de cabras serranas, de jamón de raza ibérica, como el de Montánchez, un manjar, proclamado como el mejor del mundo, que sale de los miles de cerdos que pastan en las dehesas.
Un delicioso plato de migas para estos días de frío... ¡Uuuuummmm!
De primer plato puede saborear unas migas del pastor, a base de pan de hogaza con ajos, longanizay otros, sopa de tomate, sopa de ajos, arroz con conejo, setas, espárragos trigueros, níscalos, pisto, criadillas, o zorongollo, sopa cana, una rica ensalada de pimientos de la huerta cacereña, rojos, asados, con el añadido de cebolleta, ajos, tomate, huevo y aceite de oliva.
La prueba de cerdo. Una delicia de la cocina típica y popular cacereña
De segundo puede pedir caldereta o frite extremeño, un guiso popular de cordero acompañado de patatas, prueba de cerdo, adobada con pimentón, chanfaina, cabrito cuchifrito, sazonado con aceite y ajos, perdiz estofada o al modo de Alcántara, tórtola, guisos de venado, que se crían y abundan en la inmensidad de las campas extremeñas, cachuela, rabos asados de cordero, o tencas…
Todo ello acompañado, así mismo, de buenos caldos, de excelente calidad, tanto tintos, con uva tempranillo, garnacha tintorera y merlot, preferentemente, como blancos, con uvas cayetana, montúa y macabeo, que se albergan por bodegas de Montánchez, Guadalupe, Miajadas, Alía y otros municipios, y en bodegas como Las Granadas, en Herguijuela, o Caraval. También se da un buen vino de Pitarra, sobre todo en Cañamero.
De dulces, unos repápalos, de origen sefardí, con pan duro, leche, pasado por leche con huevo, y el sabor aromático de limón y canela, que se fríe en bolas, rosca de nuégado, bombones de higo, elaborados con praliné de almendras y chocolate, rellenos con crema de avellana, y aprovechando las calidades del higo cacereño… Y de final, para rematar, un licor de bellota, arrancada de las encinas cacereñas.
¿Restaurantes en Cáceres? Los hay, y buenos, y con una amplia diversidad como, por ejemplo, El Figón, en la Plaza de San Juan, Los Ibéricos, Márquez, Torre de Sande o Atrio, entre otros.
4: MUSEOS Y ESPACIOS CULTURALES
Así mismo la ciudad de Cáceres contiene un cuidado repertorio de Museos y de otros espacios culturales que generan una mayor divulgación de sus riquezas:
Entre ellos debemos de citar el Museo Provincial, enclavado en la plaza de San Mateo, uno de los corazones del casco histórico, con una gran y rica colección desde la Prehistoria a la época Visigoda, así como numerosas obras cedidas por diversas instituciones y otras con firmas de artistas contemporáneos y una notable muestra etnográfica del Cáceres de aquellos tiempos, además, del aljibe árabe, del siglo XI…
Recorriendo la sede de la Fundación Mercedes Calle y Carlos Ballestero, en la Casa de los Becerra
Del mismo modo la Fundación Mercedes Calle, mecenas de Cáceres, y Carlos Ballestero luceen la Casa Palacio de los Becerra con una muestra una exposición de carácter permanente entre colecciones de antigüedades, muebles, cristales y otros, así como exposiciones de maestros de la pintura; el Museo Municipal de Cáceres, con unrelevante patrimonio local como el que se representa en fotografías antiguas o la bella colección de carteles de las Ferias y Fiestas; el Museo Guayasamín, de arte pre-colombino y colonial, con cuadros del insigne pintor ecuatoriano y obras de pintores y escultores cacereños, insignes, asimismo, como Juan Caldera y Eulogio Blasco…
Museo Arabe de Yusus Al Burch
También, la Casa Museo árabe Yusuf Al-Burch, antigua residencia de un poderoso mercader; el recorrido de la historia que se ofrece en el emblemático Palacio de los Golfines de Abajo, donde se recrea el ambiente de una residencia de la nobleza cacereña, con Sala de Armas y Linajes del siglo XVI; además de muebles y obras de arte el Museo de Arte Sacro de la Iglesia Concatedral de Santa María, cuajado de pinturas con motivaciones religiosas, piezas litúrgicas y libros corales; el Museo Helga de Alvear, una cita de máxima expresión con el arte contemporáneo; el Museo de Historia y Cultura Casa Pedrilla, una amplia vivienda solariega de Cáceres que acoge una preciosa serie con una colección de obras de arte de la Diputación Provincial.
5: MIRADORES
Una lámina desde el Mirador de San Marquino
Cáceres cuenta, también, con una serie de miradores que ofrecen unas vistas sorprendentes y mágicas, desde donde el viajero puede apreciar estampas sorprendentes y bellas, como resulta, por ejemplo, contemplar la ciudad desde lo más alto de la Torre de Bujaco, en la Plaza Mayor, el Mirador de la torre en la concatedral de Santa María, el Mirador de San Marquino, que abre la inmensidad de una vista histórica entrañable y de nítido sabor cacereño, la imagen que se ofrece desde cualquiera de las dos torres de la iglesia de san Francisco Javier, también conocida como la Preciosa Sangre, o la que se aprecia desde el denominado como “el banco más bonito de Cáceres”, que radiografía el trasfondo del casco histórico-monumental, con la arboleda pintarrajeando de verde el primer plano…
Lo mismo que el viajero puede situarse en el Mirador del Cerro del Amparo, el Mirador de la Montaña, desde el santuario de la Virgen del mismo nombre, Patrona de Cáceres, que descubre una amplísima imagen de toda la ciudad.
6: PLAZA MAYOR, PINTORES, PLAZUELA DE SAN JUAN
Uno de los encantos de una pequeña capital de provincia, como es Cáceres, que no llega a los cien mil habitantes, radica en las caminatas a pie. Unos agradables paseos humanos, jugosos, de enjundia, agradables, tranquilos, entre saludos y adioses casi continuados, entre parrafadas imprevistas y distendidas, sin ninguna prisa ni mayores agobios, y bajo ese argumento de la cercanía vecinal y afectiva, solo por el azar del encuentro fortuito y corriente, con amigos y conocidos.
La Plaza Mayor con la Puerta Principal de acceso a la Ciudad Medieval cacereña. (David Díaz)
Nos hallamos en un espacio como el que representa el verdadero centro social de Cáceres, como es el recorrido que se ofrece entre la Plaza Mayor, la más grande de Extremadura, la calle Pintores y la Plaza de San Juan, que se alarga por las calles de san Pedro y san Antón, para llegar hasta el paseo de Cánovas, un pulmón en el corazón de la ciudad.
Al medio, una continuada presencia y una variada gama de los comercios que marcan las líneas y tendencias de las modas, cafeterías, bares, restaurantes, pastelerías, con una delicia como las bambas, los merengues, los bizcochos de limón, las perrunillas. También, tiendas de recuerdos con elementos típicos cacereños, de cerámica, bordados y otros.
7: EL TAPEO
Una de las costumbres más arraigadas de Cáceres se sitúa en el tapeo, que, entre la una y las tres de la tarde, horas sacrosantas del tapeo, convierte a los bares y cafeterías cacereñas en uno de esos agradables encuentros en los que se pueden tomar buenos vinos de la tierra acompañados de una seriede tapas gratis. Una tradición extendida a lo largo del tiempo y en la que no hace falta, prácticamente, para quedar con nadie y saber a los parroquianos que se puede encontrar el visitante.
Un ritual, a la vez, que sigue asentándose, con gran sabor, entre las barras y las terrazas de los establecimientos, en medio, siempre, de todo tipo de chácharas en esas entrañables conversaciones de un curioso sabor en la fenomenología ritual de la conocida como “hora del aperitivo”.
Y en el que junto a un vino de pitarra, por ejemplo, o una caña de cerveza, se pueden degustar patatera, el embutido más conocido, con grasa de puerco, puré de patatas y pimentón, aceitunas aliñadas, de la tierra, torreznos, mollejas, callos, rabo de cerdo, pestorejo y una suculenta muestra de la cocina típica cacereña.
SIEMPRE CÁCERES
Torres, iglesias, palacios, casonas solariegas, conventos (Tomás González)
Cáceres, siempre, como una estampa sagrada de vida a través del conjunto amurallado presidido por su historia, por sus hechizos, por sus bellezas, por sus misterios, Y, también, la luz. Y, también, el desplegar de los visillos para conocer un poco más y un poco mejor las excelencias de la ciudad cacereña, plasmada sobre los lienzos y bordada sobre sus tapices de Cáceres. Cáceres es Monumento, Arte y Luz…
De este modo Cáceres tiene abiertas sus puertas de par en par, de modo permanente, ofreciendo toda una gama de variedades para completar unos recorridos, unas imágenes y un tiempo inolvidable, para la divulgación de sus atractivos y encantos.
Un recorrido de lo más variopinto por Cáceres, donde la historia, el arte, la cultura, la gastronomía, la sensibilidad del paisanaje cacereño y la luz parpadea su belleza, haciéndose inolvidable en el viajero y caminante.
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Imágenes: Portal Oficial de Turismo, Manuel González, David Díaz y Tomás González.
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