Santorini

Una leyenda griega dice que Dios distribuyó el suelo a través de un tamiz y usó las piedras que quedaron para construir Grecia que, por cierto, quedaron muy diseminadas en medio del mar. Es un país que es a la vez europeo, balcánico, mediterráneo y del Cercano Oriente. Se encuentra en la coyuntura de Europa, Asia y África y es heredero de la Grecia clásica, el Imperio bizantino y casi cuatro siglos de dominio turco otomano.

El mar Egeo es uno de los mares que subdivide el Mar Mediterráneo, específicamente en su cuenca oriental. Es una región marítima vasta, abarca unos 180.000 km2, con una extensión máxima de 600 km de Norte a Sur y de aproximadamente 400 km de Este a Oeste. Allí se contabilizan más de cinco mil islas e islotes, la mayoría de los cuales no suelen tener habitantes permanentes. 

Esta espectacular isla, antigua Tera, pertenece a las Cícladas y es la huella de una isla de mayores dimensiones cuyo volcán entró en erupción alrededor de 1.600 años antes de Cristo. Fira, la capital y mayor ciudad, y la localidad de Oia son dos de los lugares más destacados de este hermoso punto de Grecia.

En los últimos años, hemos oído hablar mucho del turismo de masas o la presión turística. Si viajas a menudo, lo entenderás: playas repletas de gente, calles en las que es imposible caminar, puestos turísticos en cada esquina y precios que dañan la vista. El creciente número de turistas que llega a las ciudades ha obligado a éstas a tener que establecer reglas más estrictas para los visitantes.

La crisis política y financiera que ha atravesado Grecia en los últimos tiempos parece no afectar al ámbito turístico. Todo lo contrario. En 2017 el sector ha vuelto a marcar un nuevo récord histórico con cerca de 30 millones de visitantes, según datos de la Organización Griega de Turismo.