Al sureste de Dresde, en Alemania, se encuentra el Parque Nacional de la Suiza Sajona. Este maravilloso enclave de naturaleza exuberante guarda un pequeño tesoro que nos muestra una imagen casi onírica: el puente Bastei.
Estamos en un espectacular mirador, de casi 200 metros de altura, que nos ofrece una panorámica bellísima del valle del Elba, río que serpentea libre por este fascinante paisaje escarpado.
Lo más curioso y atrayente de esta construcción es que se levanta sobre enormes formaciones rocosas, grandes dedos de piedra que parecen sostener a esta imponente pasarela.
Bastei, cuyo nombre significa fortaleza, se construyó con madera durante la primera mitad del siglo XIX. El lugar se hizo tan popular y recibía tantas visitas que años más tarde se vio la necesidad de reforzar toda la estructura y se reconstruyó a base de roca arenisca. Actualmente es uno de los miradores más populares del valle del Elba y está considerado uno de los puentes más bonitos del continente europeo.
En la zona que rodea al puente Bastei podemos realizar todo tipo de actividades al aire libre: senderismo, escalada, paseos fluviales…
Las innumerables formaciones rocosas del Parque Nacional de la Suiza Sajona son fruto de la erosión a la que han sido sometidas a lo largo de más de 100 millones de años. Este territorio recibe millones de visitas todos los años.
Si tenemos en cuenta que nos encontramos a pocos kilómetros de distancia de la ciudad de Dresde, parece una buena idea aprovechar la oportunidad para acercarnos hasta esta histórica urbe en la que también saludamos al río Elba, el encargado de dividir a la población en dos partes bien diferenciadas: la zona antigua y la parte nueva.
Dresde nos ofrece multitud de atractivos, de hecho suele recibir el sobrenombre de ‘la Florencia del Elba’. Lugares como la Iglesia de Nuestra Señora o el palacio Zwinger son algunos de los grandes símbolos de esta fascinante ciudad que será objeto de nuestra atención próximamente.
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