Todas las ciudades tienen un período histórico del que se sienten plenamente orgullosas, las gentes de La Rochelle, capital del departamento de Charente Marítime, a pesar del tiempo transcurrido, lo recuerdan muy bien, evocando aquella etapa de la Baja Edad Media, cuando los templarios eran garantes de un equilibrio y respeto socio-cultural, y por el puerto entraban toda clase de mercancías y preciados productos.