Que Turquía es un país repleto de bellos lugares es algo que no se le escapa a nadie. Sin embargo, la magnífica Estambul suele eclipsar con sus encantos a otros pequeños destinos que también enamoran por su belleza, su historia y sus tradiciones. Es el caso de las cuatro poblaciones que visitamos, lugares, en algunos casos milenarios, que aún escapan al turismo de masas y que guardan con mimo sus orígenes y costumbres. Visitamos Mardin, Alanya, Safranbolu y Uzungöl.
Situada en el sureste de Turquía, cerca de la frontera con Siria, esta milenaria ciudad fue punto de paso de la Ruta de la Seda. En la población destacan sus tradicionales casas de piedra de color miel y su gran mezquita.