En el corazón de las cimas asturianas, donde el tiempo parece haberse detenido, se encuentra Bandujo, un pueblo medieval que conserva intacto su encanto y su historia.
Declarado Bien de Interés Cultural en 2009, esta pequeña aldea de apenas 40 habitantes, situada en el corazón del Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa dentro del concejo de Proaza, se alza vigilante en la zona central de Asturias, presidiendo las montañas que lo rodean, en perfecta sintonía con el entorno escaprado y el paisaje natural de belleza abrumadora que lo envuelve. Su ubicación en la colina de una montaña, a unos 700 metros de altitud, lo convierte en una estampa difícil de olvidar.
BANDUJO, UN TESORO MEDIEVAL
Recorrer Bandujo es sumergirse en una postal viviente. Su trazado medieval apenas ha cambiado con los siglos, y sus casas de piedra con tejados de pizarra, los hórreos centenarios y la iglesia de Santa María, del siglo X, crean un escenario único. Además, desde su mirador natural, se pueden contemplar unas vistas espectaculares de los valles asturianos.
Destacando por su increíble estado de conservación, Bandujo cuenta con un conjunto medieval histórico, entre cuyas construcciones destacan:
Si decides visitar Bandujo, el horario puede ser importante. Hay dos opciones. Una es al amanecer, ya que es habitual que la niebla quede atrapada entre las montañas y el misticismo que genera es maravilloso. La otra es a media tarde: el sol ilumina la aldea y consigue generar un juego de sombras memorable.
CURIOSIDADES QUE HACEN DE BANDUJO UN LUGAR ÚNICO
Incomunicado hasta hace poco. Sorprendentemente, hasta el siglo XX no había ninguna carretera de acceso al pueblo y la única forma de acceder a él era a través del Camino Medieval a Bandujo.
Un pueblo de película. Su atmósfera mágica lo ha convertido en escenario de rodajes y reportajes.
Sin bares ni tiendas. Bandujo es un auténtico remanso de paz. Aquí no encontrarás bares ni comercios, solo silencio, naturaleza e historia en estado puro.
El último pueblo con señorío. Hasta el siglo XIX, Bandujo seguía funcionando bajo un sistema feudal, algo inédito en Asturias.
Cementerio con historia. Su pequeño cementerio, junto a la iglesia, guarda tumbas con inscripciones en asturiano, algo poco habitual en la región. Además, en el Día de Difuntos se dibujan y cubren las tumbas de tierra con flores. Esta es una costumbre que ya se ha perdido en el resto de la Región pero que aquí conversan con mimo y orgullo.
QUÉ VER CERCA
En las proximidades de Bandujoo hay otros puntos de mucho interés, que merece la pena visitar:
La senda del Oso. Se trata de la antigua ruta de un tren minero que ha sido reconvertida en una Vía Verde perfecta para disfrutar de los grandes paisajes asturianos que la rodean. A lo largo de la Senda se pueden encontrar numerosas especies animales y vegetales propias de la zona, entre las que destacan la presencia de osos pardos, ya conocidos por todos los visitantes. Además, se atraviesan túneles, desfiladeros, puentes, antiguos pueblos que esconden una gran historia… en definitiva es una senda hecha para disfrutar del camino con todos los sentidos.
La Ruta de las Xanas o la Senda de Valdolayés. Es una de las rutas de senderismo con las vistas más espectaculares ya que el sendero transcurre a través de un desfiladero al borde de la montaña. Al fondo del valle se encuentra el arroyo que da nombre a la ruta rodeado de un bosque de ribera típico e incluso estalactitas de antiguas cuevas situadas en las rocas, que el río cortó y dejó al descubierto. Un espectáculo de la naturaleza hecho para disfrutar del paisaje único, por lo que no es de sorprender que el desfiladero de las Xanas fuera declarado como Monumento Natural en el año 2002. Esta ruta circular tiene una duración de unas 3 horas aproximadamente y es apta para todo tipo de públicos y niveles.
El hayedo de Montegrande y la Cascada del Xiblu. El hayedo de Montegrande es la tercera mancha forestal más grande de Asturias y se encuentra en la comarca de Teverga, dentro del Parque de las Ubiñas-La Mesa. La ruta discurre por un camino ancho y cómodo que deja contemplar preciosos paisajes boscosos repletos de fauna y flora típica asturiana. Al final del sendero se encuentra “el Xiblu”, un conjunto de tres cascadas que suman entre ellas más de 100 metros de majestuosa caída. Esta ruta es de dificultad fácil ya que discurre prácticamente en llano por lo que prácticamente cualquier persona puede realizarlo.
DÓNDE DORMIR
En Linares de Proaza, una pequeña y singular aldea asturiana, que forma parte del municipio de Proaza, muy cerca de Bandujo, se encuentra CieloAstur. Se trata de un alojamiento de lujo ecosostenible, distinguido con Cuatro Llaves (máxima distinción para alojamientos de este tipo) que se mimetiza con la naturaleza. Supone, gracias a su altitud, una estancia única al dormir entre nubes casi tocando el cielo, pero con todas las comodidades y el confort de sus instalaciones de última generación, para disfrutar del maravilloso entorno natural que le rodea.
Escribe tu comentario