Empresarios turísticos de España han debatido este jueves en Palma las estrategias de futuro para la recuperación del sector y las medidas específicas de apoyo institucional necesarias ante la crisis económica y social derivada de la pandemia de la COVID-19 y han coincidido en que los próximos meses serán "malos y duros" para el sector.
La semana pasada, el Banco Central Europeo (BCE) señalaba en un artículo que “la pandemia del coronavirus tiene un impacto severo y duradero en la economía general de los países que dependen de los viajes y el turismo”, como es el caso de España. Es por ello que el sector turístico necesita urgentemente un cambio de modelo que le ayude a afrontar estas dificultades. Una de las estrategias que más puede ayudar al sector a despegar de nuevo es la de incluir el juego en las dinámicas turísticas.
Hoy comienza oficialmente el verano que sin duda será uno de los más atípicos que hemos vivido. Este año observamos cómo muchos españoles se plantean cambiar los viajes al extranjero por el turismo nacional. Los planes al aire libre como el camping, el cicloturismo o las escapadas rurales se presentan como una alternativa perfecta para evitar las aglomeraciones y el contacto social.
El momento actual, monopolizado por el coronavirus, nos retrotraerá a los años 50 en el ámbito del turismo. Parece claro que nada se puede dar por sentado, que la imprevisión forma parte de la vida y que el turismo no se escapa a esta norma. ¿Qué debemos aprender de esta crisis en la que está inmersa el sector?
El presidente de Fetave, Cesar Gutiérrez, recomienda a los viajeros que no anulen sus viajes sino que los aplacen para conseguir salvar al sector turístico que en estos momentos está sufriendo gravemente el efecto del coronavirus por la supresión prácticamente completa de su actividad.