La provincia de Salamanca alberga una infinidad de atractivos turísticos naturales y acuáticos que la erigen como una de las mejores opciones de turismo fluvial durante la época estival en la Península Ibérica. Con más de 70 espacios en conexión con el agua y todos ellos aptos para todos los públicos, Salamanca también es tierra de cañones, embalses, cascadas, pozas y piscinas naturales.
Saltos de agua
El desnivel y encajonamiento de la tierra salmantina, dota a la provincia de una amplia variedad de grandes y pequeñas cascadas que se forman en los arroyos en función de la época del año y del régimen de lluvias. La más afamada por la altura de su cortina de agua es el Pozo de los Humos, ubicada entre las localidades de Pereña de la Ribera y Masueco. Los cincuenta metros de salto forman un curioso fenómeno natural que no deja indiferente a ninguno de sus visitantes: una nube de vapor que da lugar a unos llamativos vahos que asemejan humos.
No muy alejado del Pozo de los Humos, se encuentra otro capricho de la naturaleza de la provincia: Pozo Airón, también situada en el municipio de Pereña. Esta gran desconocida esconde una caverna en la última de las cascadas a la que se puede acceder, permitiendo así disfrutar del salto de agua desde el interior del mismo.
Cañones y presas
Al noroeste de la provincia, el río Duero y sus afluentes han excavado una impresionante sucesión de cañones fluviales, siendo esta la más extensa de la Península Ibérica. Aprovechando los acusados desniveles, se han levantado espectaculares presas y saltos hidroeléctricos como son la de Almendra, Aldeadávila y Saucelle.
Con casi 8.000 hectáreas de superficie inundada, la presa de Almendra ostenta el récord de altura de España, con 200 metros hasta la coronación. En este embalse se acumula las aguas del Tormes, justo antes de unirse al “padre” Duero y la traslada a la central subterránea en Villarino de los Aires través de una obra de ingeniería hidroeléctrica: un túnel, excavado en la roca, de 7 metros de diámetros y 15 kilómetros de longitud.
A esta se le suman las presas y embalses de Aldeadávila de la Ribera (utilizada frecuentemente como escenario cinematográfico), la de Saucelle, la de Santa Teresa, Águeda, Irueña y Villagonzalo.
Pozas y piscinas naturales
Sin salir de la provincia de Salamanca, se puede disfrutar de un relajante baño refrescante con la naturaleza como marco natural. La provincia alberga numerosas zonas de baños naturales como pozas y piscinas donde su agua cristalina invita a sumergirse en ella.
Ubicada en La Sierra de la Quilama, la piscina natural de Valero, conocida como el Charco del Pozo, es una de las más populares en las que disfrutar de sus aguas frescas y cristalinas, pero la provincia de Salamanca ofrece muchos espacios más para el disfrute de este atractivo turístico como la piscina natural de Villanueva del Conde, catalogada como Bien de Interés Cultural, cuyas aguas del arroyo de San Benito aparecen a través de estribaciones montañosas de la Sierra de Francia; la Piscina Natural del Río Tormes, ubicada a las afueras de la localidad salmantina de Puente del Congosto, un paraje que permite disfrutar de aguas cristalinas con abundantes zonas de sombra; la idílica playa fluvial de Montemayor del Río, formada por las frías aguas que descienden de la sierra; las pozas de aguas cristalinas en las que desembocan los saltos y cascadas que forma el río Batuecas en el Parque Natural de Las Batuecas a 13km. de La Alberca y las piscinas de la localidad de Villasrubias, donde se encuentran complejos equipados con zonas adaptadas para niños. La Bastida o San Martín del Castañar son también algunos de los muchos municipios que también cuentan con piscinas y pozas naturales.
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