Lugares del mundo con tanto color que ensombrecen al arcoíris

Existen rincones en nuestro planeta que exhiben tal explosión de colores que hacen languidecer al mismísimo arcoíris. Pasear por ellos y descubrir tanta algarabía cromática consigue hacer brotar en el visitante una de las emociones más bonitas: la alegría. 

Por todo el mundo podemos encontrar pueblos, paisajes y barrios repletos de rojos, verdes, azules, amarillos, etc. Nosotros hemos reunido una pequeña selección de estos curiosos destinos que nos inundan la mirada con una cascada de colores. 

Procida  (Italia) 

Procida es la más pequeña de las tres islas de la bahía de Nápoles. De origen volcánico, solo cuenta con menos de 4 kilómetros cuadrados. Su antiguo barrio de pescadores (siglo XVI) está alfombrado de pequeñas casas de colores. 

Procida está considerada una de las islas más bellas del Mediterráneo. A pesar de su imagen encantadora, este punto de Italia aún permanece ajeno al turismo de masas y se mueve con el ritmo tranquilo de los pueblos de pescadores. 

Cudillero (España) 

Esta pequeña localidad pesquera asturiana es un lugar pintoresco y muy agradable a orillas del Cantábrico.  Esta villa marinera combina el azul del mar, el verde de los montes que la rodean y los alegres tonos de las fachadas de sus casas, pintorescas edificaciones dispuestas de forma escalonada que van subiendo desde la plaza de la Marina hasta la parte más alta de la colina. 

Callejear por Cudillero es un auténtico placer. Además, los miradores instalados en diferentes puntos de la población nos ofrecen una panorámica bellísima del entorno. 

Guatapé (Colombia) 

Guatapé es un lugar situado a casi 2.000 metros sobre el nivel del mar en el que nada se concibe sin color. Toda la población es una maravillosa paleta de colores que provoca una alegría contagiosa. 

Esta fascinante explosión de vivos colores se inició en los primeros años del siglo XX, cuando algunos vecinos pintaron sus casas para protegerlas de la humedad. Pocos años más tarde, un vecino del lugar con alma de artista decidió decorar los zócalos de algunas casas con diferentes motivos y escenas cotidianas de la localidad. 

Jaipur (India) 

Jaipur, la capital de Rajastán, un estado que debe su nombre a los rajás, los soberanos de la India. Declarada Patrimonio de la Humanidad, es conocida como la Ciudad Rosa por el importante número de edificios construidos con arenisca de ese color durante el Imperio Mogol que reinó en gran parte de la India en los siglos XVI y XVII. 

Izamal (México) 

Esta pequeña ciudad mexicana del estado de Yucatán ha escogido el amarillo como su color estrella. Esta característica es relativamente nueva, ya que se remonta a la década de los noventa del siglo pasado. En aquel momento se esperaba la visita del entonces Papa Juan Pablo II, todo un acontecimiento para los lugareños que decidieron recibir a Su Santidad con un colorido homenaje pintando sus casas con las tonalidades amarillas y blancas de la bandera vaticana. 

Chauen (Marruecos) 

La pequeña ciudad marroquí de Chauen es un destino monocolor donde el azul nos va saliendo al paso desplegando toda su variedad de tonalidades y matices. Calles, plazas, puertas, escaleras, muros… todo aparece tintado de azul celeste, azul turquesa, azul marino, azul pastel… 

No hace falta ser muy despierto para adivinar que esta localidad, ubicada en las faldas de la Cordillera del Rif, es popularmente conocida como “la ciudad azul” o “la perla azul”. 

Marsaxlokk (Malta) 

Marsaxlokk es el puerto pesquero más importante de la isla y un destino que destaca por la increíble luz del cielo mediterráneo y los mil colores de las embarcaciones tradicionales de madera que inundan el lugar. Se trata de las luzzus, pequeñas barcas de pesca pintadas con vivos y llamativos colores: azul, amarillo, rojo, verde… Además, a cada lado de su proa aparece dibujado y tallado un ojo de Osiris, tradición egipcia que aleja a los malos espíritus y proporciona buena suerte. 

Burano (Italia) 

Burano es una de las islas del archipiélago de la laguna veneciana, donde los canales sustituyen a las calles y las barcas son el transporte más habitual. 

Según la versión más extendida, los vivos y llamativos colores que adornan las casas de la población surgieron tras la decisión de los pescadores del lugar de pintar sus fachadas para poder localizar sus hogares fácilmente cuando regresaban de la faena en los días de niebla. 

Girona (España) 

En esta ciudad catalana destaca el fascinante colorido de las casas situadas sobre el Onyar, el río que cruza la población. Forman parte del barrio viejo y están incluidas en la lista de Patrimonio Arquitectónico de Cataluña. 

Su imagen, con la Catedral asomando al fondo, se ha convertido en la postal más emblemática de Girona.