Murcia tiene tantos rincones con encanto que el visitante se siente altamente recompensado cuando recorre sus calles y plazas. Paseando por esta coqueta ciudad es cuando se descubre su verdadera esencia. Es un lugar que destaca por su hospitalidad y por la alegría de sus gentes de espíritu mediterráneo, aunque la urbe no esté bañada directamente por el mar.
Nos encontramos en el sureste de España, en un territorio privilegiado en el centro del valle del río Segura. Aquí el ambiente es luminoso, claro, amigable. Murcia es una ciudad multicultural, con aspectos vanguardistas pero con mucho calado tradicional. No es un lugar complicado. Todo lo contrario. Resulta sencillo y gratificante descubrir sus encantos: sus puntos destacados, sus zonas de ocio, su patrimonio monumental o su historia, larga historia, ya que cabe recodar que la ciudad se fundó en el año 831.
La plaza del Cardenal Belluga es el gran símbolo de la ciudad. Conocida como plaza de la Catedral –por encontrarse aquí este bellísimo templo principal-, es uno de los lugares más atractivos de Murcia, y también de los más transitados. El museo de la Catedral, el Palacio Episcopal y el singular edificio de Moneo forman un conjunto fascinante en el corazón de la ciudad.
Callejear es uno de los grandes placeres que nos ofrece Murcia. Ir de plaza en plaza, recorrer calles como las conocidas Trapería y Platería y hacer pequeñas paradas en las numerosas y alegres terrazas llenas de vida de la ciudad es una de las gimnasias más recomendables y apetecibles que podemos practicar. El buen clima nos va acompañando en este paseo en el que nadie se resiste a probar las ricas tapas típicas murcianas, muchas de ellas elaboradas con productos de la tierra. No olvidemos que la huerta de Murcia es uno de sus grandes tesoros. También destacan las que nos llegan al paladar con ingredientes de la mar, como los tradicionales ‘matrimonios’ y los ‘caballitos’. Y estaremos de acuerdo en que no existe tapeo que se precie sin que haga su presencia el buen jamón. En Murcia lo saben bien, ya que es la sede de una de las empresas españolas más destacadas de este producto, con una reconocida amplia gama de paletas y jamones, como el jamón Legado El Pozo. Así pues, resultaría imperdonable no saborear en uno de los muchos locales de la ciudad algún plato de guisantes o de patatas a la murciana, elaborados con buen jamón de la tierra, o unos deliciosos ‘michirones’, guiso con habas secas, chorizo, pimentón y, por supuesto, rico jamón.
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