Portugal es un destino ideal para Semana Santa. Nuestro país vecino es bueno, bonito y barato, pero Portugal es mucho más que Lisboa y Oporto. Estas son cinco ciudades para practicar el turismo slow, para conocer sus rincones y a sus habitantes sin prisas y siendo responsables con el medio ambiente desde el momento que se elige el transporte, huyendo del coche privado, y apostando por el transporte colectivo y menos contaminante, como el autobús. Y por supuesto impulsando en el destino la cultura y los negocios locales.
Además, “cuando vives en una ciudad que no tiene aeropuerto, parece que solo tienes la opción de usar tu propio coche para viajar, y no es cierto. Estos planes son ideales para aquellos que quieren viajar a destinos menos habituales, respetando el entorno y disfrutarlo con calma.” añade Elena Compte, de FlixBus.
Évora
Évora se encuentra en la zona del Alentejo, en el sur de Portugal. En el centro histórico de la ciudad se encuentra el templo romano, símbolo de Évora y también conocido como Templo de Diana. Cerca, casas encaladas rodean la Catedral, una enorme estructura gótica iniciada en el siglo XII, y la muy famosa Capilla de los Huesos, decorada con.... huesos y calaveras. En Évora, todos los caminos llevan a la Praça do Giraldo, una plaza donde es posible sentarse en una de las maravillosas terrazas y disfrutar de su descanso en Alentejo mientras se admiran las hermosas fachadas de estilo neoclásico y romántico.
Coímbre
CoÍmbra es una ciudad ideal para visitar a pie. Está en el centro de Portugal y era la antigua capital del país. Alberga un casco antiguo medieval conservado y la histórica Universidad de Coímbra, la más antigua de Portugal y una de las más antiguas de Europa. Construida sobre un antiguo palacio, la Universidad es famosa por su biblioteca barroca, la Biblioteca Joanina y su campanario del siglo XVIII. Hay muchos monumentos e iglesias para ver, pero una visita imprescindible es el parque Portugal dos Pequenitos, con réplicas a es escala de monumentos y edificios de la arquitectura e historia del país.
El fado, la expresión musical más tradicional de Portugal, adquiere aquí algunas características específicas y por eso se le llama Fado de Coimbra o Canção de Coimbra. Suele haber grupos cantando fado frente a la Catedral Vieja.
Braga
La Semana Santa de Braga es la más famosa de Portugal y una de las más importantes del mundo, atrae a miles de visitantes para ver sus manifestaciones religiosas, pero sobre todo para asistir a sus grandes y llamativas procesiones nocturnas.
Si visitas Braga, no te puedes perder la Catedral, el templo religioso más antiguo de Portugal y que reúne un conjunto de estilos arquitectónicos: románico, manuelino, barroco… Además, alberga un museo de arte sacro y la Capilla de los Reyes, de estilo gótico. Muy cerca de Braga se puede visitar el santuario Bom Jesus do Monte y su iglesia neoclásica en lo alto de una elaborada escalera barroca de 17 niveles, que es uno de sus mayores atractivos.
En la tierra del Vinho Verde, el bacalao, como en todas partes en Portugal, es siempre uno de los productos favoritos para degustar, pero las papas de sarrabulho, los rojões y otros deliciosos platos enriquecen la cozinha minhota que es posible experimentar en Braga.
Setúbal
Setúbal está a 50 kms de Lisboa, en la desembocadura del río Sado, donde es posible ver incluso delfines y cuenta con playas eternas de fina arena y limpias aguas. En el centro de la ciudad, en la Avenida Luisa Todi es posible entrar en varios restaurantes tradicionales y degustar el choco frito, uno de los platos más famosos de esta localidad. Cerca también hay naturaleza en Serra da Arrábida, una de las áreas naturales protegidas más bellas de Portugal. Y si quieres más aventura, también se puede tomar el ferry e ir a Troia, una península de unos 17 km de largo y 1,5 km de ancho que ofrece a sus visitantes una extensión de fantásticas playas, bañadas por un mar azul, claro y cálido y con un clima templado.
Aveiro
Aveiro está en la costa oeste de Portugal, junto a una laguna conocida como Ría de Aveiro. La ciudad, conocida como la Venecia de Portugal, se distingue por sus canales navegados por coloridas embarcaciones (moliceiros), tradicionalmente utilizadas para la recolección de algas. No muy lejos del centro, conocido por sus monumentos modernistas, se encuentra la Sé de Aveiro, con su prominente campanario. En Aveiro también se pueden probar los ovos moles, un dulce elaborado con los mejores huevos y azúcar, envueltos en un ligero envoltorio exterior de delicada oblea. El manjar está catalogado por la Unión Europea como procedente de una Indicación Geográfica Protegida.
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