Un baño histórico y de salud en el centro de Córdoba. A pocos pasos de la Mezquita-Catedral, en pleno corazón de la ciudad, se encuentra la entrada a los baños árabes más grandes de Europa, el Hammam Al Ándalus. Siglos atrás, el Hammam (o baño árabe) se usaba como punto de reunión social y política, a la vez que de ritual de higiene.
En la actualidad, esta tradición es más atractiva porque mezcla concepto histórico (arquitectura arabesca) con tendencias de salud. Es decir, el Hammam se aleja del concepto de los spas convencionales, para convertirse en un espacio de relajación que replica el hábito de los antiguos árabes.
El Hammam se divide en tres salas. Cada una de ellas tiene el agua a una temperatura distinta: la templada, la caliente y la fría. Los contrastes térmicos calman y activan la circulación sanguínea y aportan sensación de relajación.
Además, los cambios de temperatura aportan beneficios terapéuticos, puesto que el cuerpo es propenso a la distensión cuando entra en contacto con el agua. Los especialistas afirman que el baño árabe resulta magnífico para personas con artritis, piernas agarrotadas, celulitis o estrés.
El centro, además, ofrecen otros servicios como aromaterapia y masajes especializados.
Una de las especialidades es el masaje conocido como kessa. El visitante se acomoda en la tradicional piedra caliente del Hammam, mientras se frota la piel con un guante de fibra de algodón, llamado kessa, y con una pasta de jabón de uvas rojas natural, espumosa y cremosa. Este masaje desprende la piel muerta y deja la nueva capa suave y firme, lista para un masaje hidratante y perfumado con un aroma como la rosa lavanda, ámbar rojo o azahar.
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