Al suroeste de Francia se encuentra el Périgord Negro. Su capital, Sarlat, es una pequeña ciudad medieval repleta de pintorescas callejuelas y un valioso patrimonio arquitectónico y monumental. Junto a la población se encuentra uno de los jardines más conocidos y apreciados de Francia, un pequeño paraíso verde que ha pertenecido a la misma familia a lo largo de más de veinte generaciones.