En Castellón la historia no solo se ve reflejada en los monumentos que salpican sus calles y plazas sino ahora también bajo tierra. La Guerra Civil dejó cerca de 300 refugios subterráneos privados y 43 públicos, de los que este verano se ha abierto uno: el de la plaza Tetuán. Un refugio antiaéreo a 13,20 metros de profundidad construido hace ocho décadas cuyos túneles muestran al visitante cómo vivían los cientos de refugiados que allí se escondían.