La catedral de Piedra, el gran símbolo de Canela

Sierra Gaucha, al sur de Brasil, es una de las regiones más hermosas del país, rica en naturaleza privilegiada y en pequeñas ciudades con mucho encanto. Todas ellas tienen un evidente aire europeo heredado de la pasada presencia de los inmigrantes alemanes, polacos y austriacos que ocuparon algunos territorios tras la llegada de los portugueses. La arquitectura y la vida cultural de estas poblaciones están claramente influenciadas por el viejo continente, una fusión que les proporciona un plus de atractivo. 

En este punto del país se encuentra Canela, una tranquila y pintoresca población, de menos de 50.000 habitantes, que se ha convertido en uno de los destinos turísticos del lugar por diferentes razones. Una de ellas es por el estilo de sus construcciones, que nos recuerdan más a Baviera que al país de la samba. 

Como sucede en otras poblaciones cercanas, como Gramado, Canela es también es muy conocida y apreciada por su chocolate. Lo encontramos por todas partes y para todos los gustos. Este delicioso producto se elabora de forma artesanal en las pequeñas fábricas locales. 

Pero si por algo es famosa Canela es por la imponente iglesia de Nuestra Señora de Lourdes, un impresionante templo de estilo gótico, conocido popularmente como ‘catedral de piedra’, que se ha convertido en el gran símbolo del lugar. Es habitual acercarse hasta ella para aparecer junto al gran edificio en un bonito selfi. 

Posee un campanario con 12 campanas de bronce y su gran torre, de más de 60 metros de altura, impacta y se deja ver desde cualquier punto de la población. Cuando llega la noche, la catedral se ilumina creando un espectáculo fascinante. Aunque su creación es bastante reciente (mediados del siglo XX), la catedral de Piedra de Canela cuenta con una belleza tan especial y se ha hecho tan famosa que en el año 2010 fue reconocida como una de las siete maravillas de Brasil mediante una votación popular convocada por un portal del país. 

Ya que nos encontramos en Canela, sería imperdonable no lanzarnos a descubrir algunos de los encantos naturales de su entorno. Quizás el paraje más conocido sea el Parque Estatal del Caracol, en el que nos espera una fascinante cascada, también llamada Caracol, con una caída de más de 130 metros. En el lugar existe un mirador que nos muestra la cascada en toda su magnitud, además de ofrecernos una fascinante panorámica del paisaje que la rodea.