Hay territorios que sorprenden, que cautivan el espíritu y que atrapan los sentidos. Territorios en los que cada rincón parece competir en hermosura con su antecesor y con su sucesor para regalar al viajero estampas imposibles de borrar de la memoria. Territorios que han sabido aglutinar su propia y rica historia en un crisol del que emanan emociones únicas.