Puerto San Julián: donde la historia cobra vida

Esta ciudad, ubicada en la provincia de Santa Cruz, nos invita a vivir una experiencia diferente en la Patagonia argentina
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Puerto San Julián

En Puerto San Julián se respira historia. Enclavado en las orillas del océano Atlántico, se reviven sus historias y los sucesos más importantes de la Patagonia: el primer contacto entre los nativos y los europeos, la creación del gentilicio patagón, del que se deriva el topónimo Patagonia, la primera misa y el primer ejercicio de justicia europea en territorio argentino. 

A cinco siglos del desembarco del hombre blanco en la costa de San Julián, la sola mención de la Patagonia alienta la idea de que es un escenario incitante donde la aventura humana aún no concluyó y una misteriosa sugestión aguarda con intransferibles vivencias al viajero. En este vasto y áspero territorio, azotado por un furioso y eterno viento, no solamente el hombre ha sido protagonista – a través de desmesurados actos bélicos – de conquistas o dramáticos afincamientos, sino también la propia naturaleza, hostil e indómita, imponiendo obstáculos supremos a la sobrevivencia humana. 

“La Patagonia, esa tierra inhóspita y desolada, eternamente barrida por el viento, es la página en blanco en la que los hombres han escrito una historia hecha de sueños y adversidades, de utopías y fracasos. Las aventuras de intrépidos navegantes y conquistadores, de exploradores acechados por piratas y corsarios; los enfrentamientos entre indios y blancos; las peripecias de fugitivos de todas partes del mundo y de los abnegados colonos que llegaron en busca de tolerancia y prosperidad, dibujan sobre las desérticas mesetas un mapa de desafíos, sangre y quimeras". (“Barridos por el viento”, Roberto Hosne).

San Julián

La ciudad de Puerto San Julián, ubicada en la provincia de Santa Cruz, nos invita a vivir una experiencia diferente en la Patagonia argentina, donde no solamente disfrutamos de sus paisajes naturales, sino que también descubrimos su historia, la cual se remonta a la llegada del célebre capitán portugués Fernando Magallanes en 1520. La ciudad está ubicada en el centro costero de Santa Cruz, a 3 kilómetros de la ruta nacional 3 y a 360 kilómetros al norte de la ciudad de Río Gallegos. 

Puerto San Julián tiene todo si queremos vivir una auténtica experiencia: la inmensidad de sus playas, sus áreas naturales protegidas con especies únicas en el mundo, así como también su legado histórico. San Julián representa el típico asentamiento portuario de la Patagonia, el cual se caracteriza por su extensa costa, invitándonos a caminar por la costanera y disfrutar de los atardeceres patagónicos, siempre tan especiales. 

La ciudad fue declarada lugar histórico en 1943, rememorando la celebración de la primera misa rezada en territorio argentino en oportunidad del desembarco de Magallanes y su tripulación en el año 1520. El eslogan de la ciudad: “Origen del mito patagónico”, está muy bien merecido. Ha sido el sitio de los primeros desembarcos europeos en tierras patagónicas y el lugar donde por primera vez el hombre europeo se encontró con los nativos: los tehuelches. 

Puerto San Julián a lo largo de la historia 

El 31 de marzo de 1520, Fernando de Magallanes ordena desembarcar en una bahía que bautiza como “San Julián”. Era el comienzo de una nueva era para la historia de la Patagonia. Hace 500 años, la expedición Magallanes-Elcano completó por primera vez la circunnavegación del planeta. Cinco naves con unos 265 hombres a bordo partieron de Sanlúcar de Barrameda el 20 de septiembre de 1519. Hace 503 años, partía de Sevilla una flota al mando del veterano navegante portugués Fernando de Magallanes, quien había convencido al rey de España su idea de llegar a las islas de las Especias por el oeste. Magallanes reunía los conocimientos, la experiencia y la motivación obtenidos durante sus expediciones al servicio del rey de Portugal. La expedición de Magallanes estuvo varios meses en la Patagonia, donde ocurrieron importantes acontecimientos históricos. 

San Julián Mapa

“Llegamos (31.03.1520) a los 49º y medio de latitud meridional donde encontramos un buen puerto, y como el invierno se aproximaba, juzgamos a propósito pasar allí la mala estación”, anota el cronista de la expedición Antonio Pigafetta en su diario, en referencia a la bahía y Puerto de San Julián. Magallanes ordena racionar los alimentos y el vino y comunica imperativamente que invernan en este paraje, lo cual disgusta a la tripulación. Cabo Curioso y Punta Desengaño son los extremos Norte y Sur de la Bahía. De la expectante curiosidad al desengaño: estos nombres resumen los episodios dramáticos que vivió la expedición en estas costas. El descreimiento y la desesperación de los capitanes españoles, Juan de Cartagena, Gaspar Quesada y Luis de Mendoza, provoca el famoso “motín de San Julián”. Magallanes sospecha de que algo anda mal. El primer signo lo recibe el 1° de abril, el domingo de Ramos, cuando manda oficiar una misa (la primera en territorio argentino), a la que invita a los demás capitanes. Sin embargo, no asistieron. Estaban planeando el motín. 

Magallanes no estalla en furia, es un calculador rápido, evalúa con claridad la situación. La venganza de Magallanes fue decisiva: 40 hombres fueron condenados a muerte. No obstante, la condena fue perdonada, incluida la que pesaba sobre Sebastián Elcano, salvo en el caso de los cabecillas. Luis de Mendoza y Gaspar de Quesada fueron descabezados. El clérigo Pedro Sánchez de la Reina y Juan de Cartagena fueron condenados al destierro el 7 de abril de 1520 y abandonados en las costas de la Patagonia . A pesar del mal ambiente, Magallanes decidió permanecer en el Puerto de San Julián durante 147 días. Fue durante esos cinco meses en San Julián, cuando la expedición tomó contacto con los nativos, que Magallanes llamó “patagones”. 

“Un día en que menos lo esperábamos -escribe Pigafetta- se nos presentó un hombre de estatura gigantesca. (...) Al vernos, manifestó mucha admiración, y levantando un dedo hacia lo alto, quería sin duda significarnos que pensaba que habíamos descendido del cielo. Este hombre era tan alto que con la cabeza apenas le llegábamos a la cintura. Era bien formado, con el rostro ancho y teñido de rojo, con los ojos circulados de amarillo, y con dos manchas en forma de corazón en las mejillas. (...) Su vestido, o mejor, su capa, era de pieles cosidas entre sí (...). Llevaba en la mano izquierda un arco corto y macizo, cuya cuerda, un poco más gruesa que la de un laúd (...); y en la otra mano, flechas de caña, cortas, en uno de cuyos extremos tenían plumas…”. 

Si bien el primer contacto entre nativos y europeos fue amistoso, todo terminó muy mal. Magallanes capturó a tres nativos para llevarlos ante el Rey de España mediante un engaño. Pigafetta narra: “…les dio una gran cantidad de cuchillos, espejos, y cuentas de vidrio, de modo que tuvieron las dos manos llenas; enseguida les ofreció dos grillos de hierro, de los que se emplean para los presos, y cuando vio que los codiciaban (les gusta extraordinariamente el hierro) y que, además, no podían cogerlos con las manos, les propuso sujetarlos a los tobillos para que se los llevasen con mayor facilidad… En cuanto se dieron cuenta de la superchería se pusieron furiosos” 

En junio de 1578 la expedición del pirata inglés Francis Drake invernó en San Julián y permaneció dos meses. Drake llegó con una flota de cinco barcos y 162 tripulantes. El viaje de Francis Drake, con apoyo de comerciantes, financistas y la propia reina, se planeó sigilosamente porque su objetivo no era otro que abordar y saquear naves españolas y regresar con una valiosa carga de metales preciosos a Inglaterra. Como lo hizo Magallanes, Francis Drake también debió afrontar la macabra disyuntiva de utilizar el cadalso para ordenar la ejecución de un sublevado, el capitán Thomas Doughty. Los ingleses revisaron minuciosamente cada palmo de la bahía, buscando lo que de ella pudiera ser útil para la invernada, y fue allí donde hallaron, cual espectro solitario, la horca que había erigido Magallanes. 

El sitio donde Drake encontró la horca es una redondeada espiga de pedregullo que se ubica exactamente frente a Puerto San Julián, en la margen occidental de la península homónima, por razones obvias fue denominada “Gallows Point” (Punta Horca).Francis Fletcher, presbítero de la expedición, agrega un inquietante dato a la sombría escena: “Entonces, en el continente nuestros hombres encontraron una horca hecha de un mástil de abeto, con huesos humanos debajo de ella...” Además, Drake debió lamentar el obligado incendio de la maltrecha Swan, de la que previamente rescató todo lo que fuera de utilidad. 

La colonización española en San Julián 

San Julian Floridablanca

Entre 1780-1784 la corona española estableció una colonia agrícola, para poder resguardar su posesión territorial ante otras potencias. La llamaron Colonia Floridablanca. Ante la amenazante presencia de los ingleses en las costas patagónicas, el rey de España Carlos III mandó a fortificar cuatro puertos. Finalmente, sólo se concretó la iniciativa en Carmen de Patagones y Floridablanca, en la bahía San Julián. La corona española se propuso llevar a la práctica un proyecto de sociedad ideal estableciendo un nuevo modelo en el que se fomentaría la igualdad entre los hombres, la agricultura como fuente de riqueza y la familia como pilar de la sociedad. Sin embargo, la colonia no prosperó. Las ruinas de Floridablanca han sido declaradas Lugar Histórico Nacional y en los últimos años un equipo de arqueólogos de la Universidad de Buenos Aires ha comenzado a trabajar para la conservación y exhibición de las piezas que provienen de las excavaciones. 

Una de las personalidades históricas más destacadas de la historia también estuvo en San Julián: el célebre naturalista inglés, Charles Darwin. En 1834, invitado por el capitán FitzRoy, Darwin se encontraba a bordo de la embarcación HMS Beagle. Fue en este viaje que el científico encontró fósiles de Macrauchenia patachonica. Otro de los acontecimientos históricos importantes fue la instalación del Frigorífico Swift. Ligado a la explotación ganadera en 1909 se instaló en San Julián, siendo una de las principales fuentes de ingresos económicos para gran parte de la población sanjulianense hasta su cierre definitivo en 1967. 

San Julián también fue testigo de la famosa huelga de los trabajadores rurales entre 1920 y 1921. Miles de peones se alzaron en huelga en contra de la explotación de sus patrones. Entre los diversos episodios ocurridos, el de “Las Catalanas” marcaría uno de los más significativos en la historia de la ciudad. Uno de los escritores más famosos del mundo también pasó por San Julián, el autor del “Principito”, Antoine de Saint-Exupéry. En 1929, San Julián fue incorporada dentro de la ruta aérea de la Aeroposta Argentina, empresa pionera en la comunicación y transporte aéreo en la Patagonia y el país. Durante dos décadas, Puerto San Julián, fue testigo de cientos de vuelos piloteados por el célebre aviador y escritor. 

La ciudad también fue testigo de uno de los acontecimientos más relevantes del siglo XX para Argentina: la guerra de Malvinas. Durante el conflicto bélico esta ciudad albergó la Base Aérea Militar (BAM). Su ubicación de proximidad a las Islas Malvinas fue crucial durante la guerra. Desde aquí partieron cientos de misiones de aviones del Grupo 6 de Caza (Dagger) y Grupo 4 de Caza (A-4C). En septiembre de este año, Puerto San Julián fue declarada "Ciudad Heroica de la Fuerza Aérea Argentina", por la hospitalidad de toda su población durante el conflicto de Malvinas, que albergó y acompañó al personal militar en esos momentos. 

Arquitectura San Julián

Puerto San Julián se caracteriza por su diversidad cultural a causa de las diferentes corrientes migratorias que conformaron la población, lo cual, por ejemplo, se ve reflejado en su arquitectura, la cual se destaca por tener especialmente influencias anglosajonas, influencia que resultó en la llamada arquitectura magallánica. En la parte más antigua de la ciudad es donde encontramos la zona más pintoresca. Se destaca por sus casas de chapa, con techos a dos aguas y ventanas sin persianas. Este tipo de vivienda es una muestra de las tradicionales edificaciones de estilo inglés que poblaron la Patagonia en la época en que la gran mayoría de los campos de la zona pertenecían a pobladores de origen inglés. En la actualidad en varias de ellas funcionan negocios dedicados a productos regionales y artesanías. 

San Julián cuenta con alojamientos de distintas categorías y muy buenos restaurantes donde podemos degustar las delicias del mar patagónico. La ciudad también cuenta con diversas agencias turísticas para contratar excursiones y una oficina de turismo. 

Atractivos de Puerto San Julián y sus alrededores 

Museo Nao Victoria

Museo temático Nao Victoria: La réplica de la nave de Magallanes se encuentra en plena ciudad y es uno de los símbolos de San Julián. El museo Nao Victoria conmemora la llegada de Fernando Magallanes. Fue inaugurada en el año 2005 y es una reproducción a escala real de la Nao Victoria. Anclada en el puerto de San Julián, es un lugar que nos transporta al siglo XVI por medio de un sonido especialmente preparado y las figuras de los hombres que acompañaron al navegante. En el museo se recrean todos los aspectos de la nave y los visitantes tienen la posibilidad de vivenciar en primera persona el relato del gran acontecimiento histórico. 

Museo de la Nao Victoria

Hay reproducciones de objetos de uso diario, tales como artillería, instrumentos de navegación, así como también algunos personajes de la Armada Magallánica. Junto a la réplica de la Nao Victoria también es posible apreciar el “Punto Cero – Origen de la Patagonia”. Allí se determina que en Puerto San Julián se inició la Patagonia al llevarse adelante el desembarco y celebración de la primera misa en lo que sería territorio argentino. La obra, posee, grabado en bronce, el mapa dibujado por Antonio Pigafetta, el cronista de la expedición de Magallanes. En el mapa se resalta el Porto di Santo Juliano y Regione Patagonia. El Punto Cero, es parte del Proyecto Temático y Cultural “Hernando de Magallanes”. 

Museo Regional y de la Marina: El museo fue creado en 1972 con el fin de preservar y exponer el patrimonio de San Julián y sus alrededores. En el museo se exhiben importantes piezas arqueológicas y antropológicas, tales como objetos que pertenecieron a los antiguos pobladores del lugar, así como también una pinacoteca y una exposición de esculturas. 

Museo del Campo

Museo del campo: Este museo busca recrear el pasado ganadero de San Julián, para ello, a lo largo de sus muestras, se puede acceder al mundo laboral de los campos patagónicos. Cuenta con un galpón de esquila, una estructura edilicia de principios del siglo XX, donde se recrea el circuito de lana y el proceso de esquila y tratamiento de animales, contando con diversos objetos utilizados para dicha actividad. En la casa contigua se exhiben elementos de la vida cotidiana del mundo rural, abarcando temáticas relacionadas como el Frigorífico Swift y la actividad comercial del antiguo San Julián, las grandes casas como el Argensud y La Anónima muestran la actividad de la época. 

Museo de los Pioneros

Museo de los Pioneros “Rosa Novak de Hoffman”: Aquí se encuentra la Muestra Arqueológica Florida Blanca, la cual está expuesta en diferentes paneles y vitrinas que cuentan la historia del proyecto de colonización del fuerte de Floridablanca por parte del rey español Carlos III en Puerto San Julián. A lo largo del recorrido se puede apreciar cómo era la vida de los pioneros, contando con objetos pertenecientes a antiguos vecinos y de lugares destacados de la ciudad, recreando cómo era la vida comercial, recreativa y de diversos ámbitos del pasado de San Julián. Por otro lado, también es posible aprender sobre la vida cotidiana de los primeros pobladores de la colonia y también de los pueblos originarios. En el museo se puede apreciar la muestra itinerante “Arqueología de San Julián”, sobre las pinturas rupestres en Estancia La María, de 12600 años de antigüedad. En el museo también se exhibe la colección de Adela Tarraf, una muestra de artistas plásticos locales, regionales y nacionales. 

Plazoleta Héroes de Malvinas

Plazoleta Héroes de Malvinas: El Mirage Dagger se encuentra emplazado en homenaje de aquellos que lucharon por la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas. Este avión realizó la primera misión sobre las Islas desde la base aérea Puerto San Julián el 1º de mayo de 1982. 

Monumento a la Primera Misa

Monumento a la Primera Misa: Este sitio evoca a través de su altar y la cruz mayor, el lugar donde el 1º de abril de 1520 (Domingo de Ramos), la flota Magallánica reza la Primera Misa en territorio argentino. 

Circuito Costero

Circuito costero de San Julián: A través de este circuito podemos apreciar una gran diversidad de playas reparadas por inmensos acantilados a lo largo de un recorrido de 30 kilómetros por paisajes realmente hermosos. Es un circuito que se destaca por su geografía y la gran variedad de especies que alberga. Algunas de las playas que incluye el circuito son: los Caracoles, Cabo Curioso, Sholl, de Drake, playa la Mina y Garganta del Diablo. El recorrido tiene una duración de 2 horas y durante el mismo encontramos varios miradores. En este paseo también podemos apreciar el paisaje de la bahía de San Julián y la diversa fauna de la zona. 

Via Lucis

Vía Lucis: Es un parque temático dedicado a la Resurrección. Se encuentra ubicado a 8 kilómetros de la ciudad y se accede mediante el Circuito Costero. Fue construido de manera artesanal por Luis Quiroz en conjunto con vecinos de la localidad.El parque cuenta con 14 estaciones que representan el camino de Jesús, desde que resucita hasta que asciende a los cielos. El altar mayor se emplaza a 287 metros, desde donde se puede apreciar una vista panorámica única de los paisajes de San Julián. Inicialmente fue denominado “Monte Cristo” por Magallanes. Posteriormente, en 1670, la expedición de John Narborough, describiría en mapas trazados por ellos a este monte, con el nombre de Wood’s Hill. La misma sería nombrada así por otras expediciones como punto de referencia. 

Gran Bajo de San Julian

Gran Bajo de San Julián: Es una cuenca endorreica, su punto más bajo, la Laguna del Carbón con 107 metros bajo el nivel del mar, es la mayor depresión del hemisferio sur y occidental, y la séptima depresión en orden de profundidad de la superficie terrestre. Se puede acceder a unos 50 kilómetros al suroeste de San Julián por la ruta nacional 3. 

Excursión náutica en San Julián: Desde el puerto se puede tomar un paseo en pequeñas embarcaciones desde las cuales se ven las especies de la avifauna patagónica y conocen algunos de los mejores rincones del mundo como la colonia de pingüinos. La travesía dura un poco más de 2 horas. Al llegar a la isla de los Pingüinos podremos observar una colonia de 130000 ejemplares de pingüinos de Magallanes que todos los años tienen sus crías en este paraje. 

Los pingüinos han construido sus nidos en las playas que ofrece este islote y las hembras utilizan año tras año el mismo lugar para empollar sus huevos. Durante la excursión náutica también podemos apreciar las toninas overas, las cuales son una especie de delfín que siempre se ven en la costa patagónica, pesan alrededor de 70 kilos y poseen en su cuerpo franjas blancas y negras. A lo largo del recorrido, en la costa del Banco Justicia, avistamos una importante colonia de gaviotines, cormoranes, macas y garzas brujas. 

Yacimiento Arqueologico La Maria

Yacimiento Arqueológico “La María”: A 150 kilómetros de San Julián se encuentra la Estancia La María, donde podemos llegar a través de la Ruta Provincial 15 y luego un desvío hacia el norte por la Ruta Provincial 77. El paisaje nos ofrece postales increíbles de la Patagonia en el pasado. Podemos observar afloramientos rocosos constituidos por sedimentos de explosiones volcánicas que han conformado acantilados con multitud de cavernas, abrigos y aleros de diversos tamaños. El lugar fue elegido por habitantes de la prehistoria, los cuales se refugiaron y dejaron un testimonio único y de impresionante valor cultural. Existen aproximadamente 84 cuevas y aleros que poseen expresiones rupestres de hasta 13000 años de antigüedad, donde lo más destacado es la alta policromía de sus pinturas, así como también la rica abstracción y simbología de los motivos representados. 

Parque Nacional Monte Leon

Parque Nacional Monte León: Se encuentra a 159 kilómetros de Puerto San Julián. Es el Primer Parque Nacional Costero de Argentina que rescata los ecosistemas de la meseta y la costa con una rica variedad de flora y fauna. Con una superficie de más de 62000 hectáreas de estepa patagónica y 40 kilómetros de costa protegida, allí se puede visitar el cañadón de los Guanacos, el mirador de Cabeza del León (cuya geoforma da su nombre al parque), los senderos Pingüinera y Lobería, y la Isla Monte León, entre otros. Las caprichosas formas de la costa, la isla, los lobos marinos, los pingüinos, y una gran variedad de aves son sus principales atractivos en un paisaje de altos acantilados, roqueríos, pequeñas bahías, playas y restingas que se descubren con la marea baja.

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