Viajar no solo es recorrer paisajes; también es sumergirse en las costumbres, historias y sabores que definen a una cultura. La gastronomía se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos y, en muchos casos, en la mejor manera de entender la vida cotidiana de una región. La UNESCO, consciente de la importancia cultural de la cocina, ha incluido varios sistemas culinarios en su lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.