Esta localidad cercana a Salzburgo, en Austria, es un bellísimo destino alpino con aspecto de postal y situado a orillas de un encantador lago. Cuenta con la declaración de Patrimonio de la Humanidad que otorga la UNESCO. En la historia de este lugar la sal aparece como gran protagonista, preciado producto que siempre ha proporcionado riqueza y bienestar a la población.