Tokio, la ciudad cosmopolita que abraza tradición y modernidad, invita a los viajeros a sumergirse en los festivales de fuegos artificiales, los espectáculos más destacados del verano en Japón. Cuando se pone el sol, la imagen de Tokio cambia radicalmente: los grandes rascacielos se iluminan, los carteles de tiendas, bares y restaurantes brillan y dan comienzo un sinfín de experiencias que solo tienen lugar después del anochecer.