A medio camino de las ciudades de Segovia y Valladolid y a menos de dos horas de Madrid, Cuéllar es una maravillosa caja de sorpresas. Cuna reyes, sede de Cortes castellanas y proveedor durante siglos de las mejores lanas con las que se confeccionaban los más afamados paños flamencos, el casco histórico cuellarano, declarado Conjunto Histórico, guarda en su interior algunos de los monumentos más interesantes de la comunidad de Castilla y León.
Una de las visitas obligadas cuando se viaja a Cuéllar son las murallas, declaradas Conjunto Histórico Artístico en el año 1931. Desde este lugar es posible admirar unas de las estampas más hermosas de la villa, el “mar de pinos”, con una extensión de más de 12.000 hectáreas de pino resinero. Es precisamente este el primer destino en este viaje por el Cuéllar gastronómico.
Llegar a las mil, ir a por churros antes de dormir, acompañar a la charanga, bajar al vermú, lavar una y otra vez la camiseta de la peña, cantar “MariCarmen” a pleno pulmón… Seguramente si has estado en alguna zona rural sabes de lo que hablamos. No es fácil sobrevivir a las fiestas de los pueblos, sobre todo si vienes de la ciudad. Por eso, desde la agencia de viajes online Rumbo.es te dan las claves de las fiestas populares de agosto para que puedas sentirte uno más y exprimir de primera mano lo que se siente al decir “me voy a las fiestas”. Prepara torrezno en mano porque te vas a sentir como Paquita Salas en Navarrete.