En el corazón de Túnez, a unos doscientos kilómetros de su capital, se encuentra El Djem, un pequeño y pintoresco pueblo que alberga uno de los tesoros arqueológicos más impresionantes del mundo antiguo: el coliseo romano de El Djem. Construido en el siglo III d.C. y con una capacidad para albergar a unos 35.000 espectadores, es uno de los mejor conservados fuera de Roma, por lo que cuenta con la declaración de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
La capital de Italia, vital y muy atractiva, reúne como ninguna paisajes maravillosos, historia, arte y rincones llenos de magia que nos invitan a soñar. Roma es una de esas ciudades a las que siempre se quiere regresar.