Para cualquier amante de los viajes, la experiencia de volar en clase 'business' posee un atractivo particular. Desde un proceso de facturación más ágil y una generosa franquicia de equipaje hasta acceso a salas exclusivas y un entretenimiento a bordo de primera categoría, y es que a menudo se compara con estar alojado en un hotel de lujo a miles de metros de altitud.