A solo 60 kilómetros al oeste de Estocolmo, en la pintoresca localidad de Mariefred, se alza el Castillo de Gripsholm. Esta majestuosa fortaleza renacentista, situada en la ribera del lago Mälaren, no solo se destaca por su impresionante arquitectura sino también por ser un testigo clave de más de cinco siglos de la historia sueca.