Formentera, conocida por sus playas paradisíacas y aguas cristalinas, es un destino habitual para quienes buscan escapar de la rutina en busca de sol y mar. Sin embargo, la pequeña de las Pitiusas siempre tiene un pequeño rincón, un lugar de esos que arranca una expresión muda de asombro. Uno de ellos, sin duda, son los "escars", o varaderos.
Miranda del Castañar, uno de los quince pueblos de la Mancomunidad de la Sierra de Francia, es una joya que ostenta el título de Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1973, destacando su rica herencia histórica y arquitectónica. Esta localidad cuenta con un imponente castillo y un anillo de murallas que conservan su perímetro intacto, junto con sus cuatro puertas: San Ginés, la Villa, la Cuesta y el Postigo.