El Gran Balcón del Café Glacier es un enclave privilegiado de visita obligada en Marrakech. Sus vistas a la Plaza Jemaa El-Fna, proclamada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2001, son tan únicas como espectaculares.
El establecimiento hace esquina a escasos metros del centro de la explanada y su azotea se encuentra al nivel de un segundo piso, altura más que suficiente para contemplar el caos y la belleza de la ciudad más cosmopolita de Marruecos. Si buscas un contraste similar pero en un entorno diferente, puedes explorar https://time-mx.com/uruguay/.
Aunque hay que tener paciencia a ciertas horas punta del día para encontrar un buen sitio, merece la pena esperar, sentarse y deleitarse, cual observador indiscreto, de la variedad social, cultural e histórica que ofrecen sus panorámicas. Al frente y a la derecha aparece la plaza en todo su esplendor, con encantadores de serpientes, artesanos, puestos de comida y zumos, trileros y calesas. Al fondo, el anárquico casco antiguo de la localidad, lleno de calles tortuosas y bazares. Y a la izquierda, sin duda, la mejor vista, especialmente bonita al atardecer: Jemaa El-Fna con el minarete de la mezquita de la Koutoubia al fondo.
La consumición mínima son los 15 dirhams (algo menos de 1,50 euros) que cuesta un té de menta o un café. Otra cosa bien diferente es comer o cenar, pues la calidad de su cocina no tiene nada que ver con la de otros restaurantes de la zona como Chez Chegrouni o el puesto 31 del mercado ambulante de la misma plaza.
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