Durante nuestras vacaciones, es importante pararnos a pensar y reflexionar sobre nuestros actos y cómo estos pueden afectar al medio ambiente. Las prácticas eco-friendly no solo protegen a nuestro planeta, sino que también son una vía de mejora en nuestra calidad de vida. Por ello, cada vez son más los viajeros que optan por adoptar hábitos más ecológicos para hacer de su verano un “verano sostenible”.
Estos son algunos consejos para convertirte en eco-friendly mientras exploras nuevos destinos y disfrutas de tus días libres:
1. Di no al plástico en tus vacaciones
Adoptar alternativas reutilizables en lugar de plásticos desechables es una de las maneras más simples de integrar prácticas sostenibles en nuestra rutina. Llevar nuestra propia botella, utilizar cubiertos, platos y vasos hechos de materiales reciclables como el bambú o la madera en picnics, u optar por bolsas de tela para nuestras compras son algunas de las acciones que podemos tomar en cuenta para disminuir el consumo de plástico. Es probable que muchas de estas rutinas ya estén integradas en nuestro día a día, pero solemos dejarlas de lado durante las vacaciones pensando que por unos días no pasará nada. Sin embargo, mantener nuestras buenas prácticas cada día tiene un impacto muy positivo en el medio ambiente.
2. Cámbiate a las eSIMs, un pequeño gesto con un gran impacto
Además de las soluciones mencionadas, que pueden resultar más conocidas y estar integradas en las rutinas de muchas personas, están surgiendo alternativas sostenibles frente a productos tradicionales que generan un gran impacto ambiental. Este es el caso de las eSIMs, esta solución revolucionaria para la conectividad móvil se diferencia principalmente de las tarjetas SIM físicas en que son chips directamente integrados en los dispositivos compatibles. De esta manera se elimina la necesidad de utilizar tarjetas físicas, reduciendo así la contaminación que provocan. Según datos proporcionados por ABI Research, la firma de análisis de mercado y consultoría sobre tecnologías emergentes, al año se fabrican aproximadamente un total de 4.500 millones de tarjetas SIM. Teniendo en cuenta que cada una de ellas pesa alrededor de 4 gramos, se estima que su producción genera alrededor de 20.000 toneladas de PVC y otros polímeros anualmente. Airalo, empresa pionera en eSIMs, afirma que la cantidad de plástico que han logrado reducir gracias al paso de las tarjetas SIM tradicionales a sus eSIMs equivale a 115,56 toneladas de PVC y otros polímeros lo que sería aproximadamente el equivalente al peso de una ballena azul o de 2 Boeing 737-800 vacíos.
3. Compensa tu huella de carbono buscando alternativas de transporte
Además de reducir el consumo de plástico, existen numerosas otras opciones para hacer que nuestro verano sea más sostenible. Coger el avión para llegar a determinados destinos es inevitable pero una vez lleguemos a nuestro destino podemos tratar de compensar nuestra huella de carbono. Optar por transportes públicos, compartir coche, sustituirlo por una bicicleta o caminar son algunas de las opciones que podemos elegir para lograrlo. Caminar o ir en bici por las diferentes ciudades que exploremos no solo es bueno para el medioambiente sino también para nuestra salud y nos permite descubrir rincones en los que de otra manera tal vez no repararíamos.
4. No te olvides del ahorro energético
Otro aspecto importante a tener en cuenta es considerar el ahorro de energía durante el verano. Las temperaturas suben y soportar el calor puede resultar complicado, pero existen varias formas de controlar el consumo energético sin dejar de lado nuestro bienestar. Por ejemplo, el uso de ventiladores en lugar de aires acondicionados consume menos electricidad y además promueve una circulación de aire más natural. Otra opción es mantener las persianas y cortinas cerradas durante las horas más calurosas del día para evitar que el sol caliente en exceso el interior de la casa. Estas prácticas no solo nos ayudan a ahorrar energía, sino que también ayudan a ahorrar en nuestro gasto de electricidad.
5. El agua es un bien preciado, no la desperdicies
Además, es fundamental considerar el uso responsable del agua, un gasto que en verano suele aumentar. Disfrutar de duchas más cortas no solo ayuda a conservar este recurso valioso, sino que también reduce la energía empleada al calentar el agua. Otras prácticas como cerrar el grifo mientras nos enjabonamos o cepillamos los dientes, ayuda a ahorrar agua que, de otra manera, se desperdicia innecesariamente.
6. Mantén los paisajes limpios de residuos
Durante las vacaciones, olvidamos nuestras responsabilidades pero es necesario no dejar de lado el compromiso con el reciclaje en esta temporada. Mantener prácticas de reciclaje durante el verano y recoger nuestros residuos ayuda a reducir la contaminación, preservando los diferentes ecosistemas de los que nos gusta disfrutar y garantizando nuestra contribución a la conservación del medio ambiente.
Entre todos, a través de pequeños actos, podemos lograr crear una gran diferencia. Cada una de nuestras acciones individuales ayudan a mitigar las consecuencias de nuestro impacto en el medio ambiente. Aunando nuestras fuerzas podemos disfrutar de nuestras vacaciones mientras contribuimos en la construcción de un futuro más sostenible y respetuoso con la naturaleza.
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