Visitar un campo de lavanda en flor es una experiencia sensorial única. Un regalo para los sentidos. En la Alcarria madrileña existe un rincón donde cada final de primavera y principios de verano los campos se tiñen de ese morado que recuerda a la Provenza francesa... ¡Y está aquí al lado! El pueblo de Pezuela de las Torres, a menos de una hora de la capital, celebra el próximo 22 de Junio su primer festival ‘Aroma de la Alcarria Madrileña’, donde los visitantes podrán disfrutar, no solo de paseos recorriendo los campos, sino también de música, gastronomía y talleres para aprender más de este cultivo y sus propiedades cosméticas y naturales.
Una luz espectacular, un ambiente mágico y un recuerdo imborrable, un espectáculo natural para alegrar la vista y el olfato de todo aquel que desee acudir. Pezuela de las Torres es el único municipio de la Comunidad donde hay una destilería que convierte la flor de lavandín en aceite esencial, destinado a uso cosmético y medicinal. De una hectárea de flor se consiguen unos cien kilos de esencia. El lavandín (un híbrido de lavanda y espliego) es más resistente, más productivo, da más flor y es más duradero que la propia lavanda. Gracias al cultivo de esta planta, los agricultores han dado con una buena alternativa que alivie las malas cosechas de cultivo de cereal que han encadenado los últimos años.
Y para los demás, ha supuesto un regalo y la oportunidad de disfrutar de un precioso entorno a pocos kilómetros de Madrid, que nada tiene que envidiar a otros campos como los de la Provenza francesa o los conocidos campos de Brihuega.
El Festival “Aroma de la Alcarria Madrileña” ofrece una variedad de actividades diseñadas para todos los gustos y edades. Desde talleres de aromaterapia y elaboración de productos a base de lavanda, hasta recorridos guiados por los campos donde aprenderás sobre el cultivo y la historia de esta planta maravillosa. Los más pequeños podrán participar en talleres creativos, juegos y actividades educativas relacionadas con la naturaleza y la lavanda. Las parejas también tienen su espacio, bien con una experiencia romántica caminando entre los campos de lavanda bajo la luz dorada del atardecer, sesiones de yoga y meditación al aire libre, o simplemente disfrutando de un picnic en un entorno espectacular.
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