En el corazón de la isla mediterránea de Mallorca, en España, se encuentra un tesoro histórico que despierta la imaginación y el asombro de quienes lo visitan: Petra. ¡Sí, has leído bien, no nos referimos a la Petra famosa por sus monumentos esculpidos en roca en Jordania, sino a la encantadora localidad mallorquina que comparte su nombre! Esta pequeña población, enclavada entre montañas y olivares, no solo es conocida por su belleza natural, sino también por ser el lugar de nacimiento de uno de los personajes más ilustres de la historia española: fray Junípero Serra.
Petra, un pequeño pueblo de calles empedradas y casas encaladas, se alza como un testimonio viviente del pasado mallorquín. Sus estrechas callejuelas, adornadas con macetas, invitan a perderse entre sus rincones cargados de historia y tradición. Pero lo que realmente distingue a Petra es su conexión con fray Junípero Serra, un misionero franciscano cuyo legado perdura hasta nuestros días.
Fray Junípero Serra nació en Petra en 1713, en una modesta casa de piedra que hoy en día se conserva como museo en honor a su vida y obra. Este célebre fraile franciscano se destacó por su labor misionera en el Nuevo Mundo, específicamente en California, donde fundó nueve de las veintiuna misiones que dieron origen a importantes ciudades como San Diego y San Francisco.
Su dedicación a la evangelización de las poblaciones indígenas lo convirtió en una figura emblemática de la colonización española en América del Norte, pero también ha generado controversia debido al impacto que tuvo en las comunidades nativas. A pesar de ello, su legado sigue siendo objeto de estudio y admiración, y su figura es recordada en Petra con orgullo y reverencia.
La casa natal de fray Junípero Serra es un punto de referencia clave en Petra. Podemos recorrer las humildes habitaciones donde el misionero pasó sus primeros años, así como admirar una colección de objetos personales y reliquias que cuentan la historia de su vida. Es un lugar de reflexión y aprendizaje, donde se nos invita a profundizar en la vida y obra de este ilustre personaje.
Pero Petra no es solo un destino para los amantes de la historia y la cultura. Sus alrededores ofrecen una variedad de actividades para los viajeros ávidos de aventura y naturaleza. Los senderos que serpentean a través de los campos de olivos y almendros son ideales para caminatas y paseos en bicicleta, mientras que las colinas circundantes ofrecen vistas panorámicas impresionantes del paisaje mallorquín.
Además, Petra es un lugar ideal para disfrutar de la deliciosa gastronomía local en sus acogedores restaurantes y bares. Los platos tradicionales, como el ‘tumbet’ (elaboración a base de verduras), la sobrasada (uno de los embutidos más típicos de Mallorca), el cordero asado o el 'variat' (plato en el que se combinan diferentes raciones de comida tradicional mallorquina y que está abierto a variadas combinaciones de carne, ensaladilla rusa, calamares, etc.) son verdaderos deleites para el paladar y reflejan la rica tradición culinaria de la región.
Para aquellos que deseen sumergirse aún más en la historia de Mallorca, Petra ofrece la oportunidad de explorar otros lugares de interés cercanos. A poca distancia se encuentra el santuario de la Virgen de Bonany, una ermita construida en lo alto de una colina que ofrece vistas impresionantes del paisaje circundante.
La iglesia de Petra, dedicada a San Pedro, también nos ofrece una interesante visita. Está en el centro de la población y se construyó en el siglo XVII. Esta hermosa iglesia de estilo barroco mallorquín nos cautiva con su fachada de piedra arenisca y su imponente campanario. En su interior, los fieles y turistas podemos admirar obras de arte sacro, así como disfrutar de la serenidad y la paz que emana de este sagrado lugar.
Sin duda, un paseo por Petra es mucho más que una simple visita turística. Es un viaje en el tiempo que nos lleva a través de los siglos, desde los humildes orígenes de Fray Junípero Serra hasta la belleza intemporal de la isla balear. Ya sea explorando su patrimonio histórico, disfrutando de la naturaleza o deleitándonos con su exquisita gastronomía, este encantador pueblo mallorquín sorprende y cautiva a quienes lo visitan.
-----------------------
Autora de las imágenes: Mª José Montañana Cebriá
Escribe tu comentario