Anatolia, cuna de algunas de las primeras civilizaciones, es también uno de los destinos más populares del mundo para el turismo religioso, con itinerarios que recorren los lugares sagrados y el patrimonio cultural de varias creencias, donde destacan algunas de las rutas más importantes de peregrinación cristiana.
Las Siete Grandes Iglesias mencionadas en el Nuevo Testamento se consideran una de las rutas más sagradas de Anatolia para los cristianos. También conocidas como las "Siete Iglesias del Apocalipsis" o las "Siete Iglesias de Asia", estas estructuras son significativas en la historia del cristianismo debido al papel fundamental que desempeñaron en su propagación, reconocidas por ser el foco principal de los tres primeros capítulos del Apocalipsis. Cabe destacar que San Juan Bautista también vivió en Éfeso, donde se encuentra una de las iglesias.
Iglesias sagradas de Éfeso, Izmir y Pérgamo
Situadas en la región egea de Turquía, las Siete Grandes Iglesias se encuentran dentro de las provincias de Izmir, Manisa y Denizli. La primera alberga tres de estas importantes iglesias primitivas, una de las cuales es la Iglesia de Éfeso, incluida en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Según el relato bíblico, tras la crucifixión de Jesucristo, Juan el Bautista llevó a la Virgen María a Éfeso y la refugió en una casa del monte Bülbül hasta su muerte a la edad de 101 años, fue enterrada por Juan en algún lugar del monte que solo él conocía. Además, la tumba de San Juan se encuentra en la colina de Ayasuluk, en Selçuk, cerca de la Casa de la Virgen María, un enclave donde el emperador bizantino Justiniano erigió una impresionante basílica en el siglo VI.
Tras visitar la Iglesia de Éfeso, es recomendable continuar el viaje sagrado por la historia del cristianismo en la Basílica de San Juan y la Casa de la Virgen María. Otras paradas obligatorias de la región son la Cueva de los Siete Durmientes, mencionada en textos islámicos y cristianos, y el Templo de Artemisa que se constituye como una de las Siete Antiguas Maravillas del Mundo.
Izmir, es la segunda parada de esta ruta. Los restos de la ciudad pueden visitarse hoy en día en las Ruinas del Ágora de Izmir. Otro lugar destacado es el Museo Arqueológico, donde se exponen muchos de los restos encontrados en la ciudad. En Izmir también encontramos Pérgamo, capital de la provincia asiática del Imperio Romano. La ciudad alberga un magnífico teatro antiguo, el asclepieion (centro de curación) y el Kızılavlu, dedicado a los dioses egipcios o el Museo de Bergama, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Los tres Santos Lugares de Manisa: Tiatira, Sardes y Filadelfia
Tres de las Siete Grandes Iglesias se encuentran en Manisa. La antigua Tiatira era conocida por sus brillantes tintes púrpura obtenidos de las raíces de la zona. Además, se cree que el distrito de Akhisar se construyó sobre esta antigua ciudad, aunque gran parte de esta ha desaparecido. Entre sus ruinas se encuentran los Cementerios de la Colina (Tepe Mezarlıkları).
Sardes, cerca del distrito Salihli de Manisa, conocida como la capital de Lidia, fue el lugar donde se imprimió dinero por primera vez en la historia bajo garantía estatal. Visitar las ruinas de Sardes y el lugar que ocupan en la historia del cristianismo, además de por sus otros valores culturales, es una interesante experiencia.
La última parada dentro de los límites de Manisa es Filadelfia. Esta ciudad histórica ubicada en el distrito de Alaşehir se estableció como fortaleza fronteriza de Pérgamo. Asimismo, la mayor parte del casco antiguo se encuentra ahora bajo asentamientos modernos, aunque se han desenterrado restos de un templo y del teatro de la localidad.
Santuario de Denizli: Laodicea
La última de las Siete Grandes Iglesias se encuentra en la antigua ciudad de Laodicea, dentro del marco de Denizli. Esta ciudad helenística fue un centro esencial en la región durante siglos; la Iglesia de Laodicea es el ejemplo más antiguo que se conserva de las Siete Grandes Iglesias porque estableció la ciudad como centro religioso a nivel metropolitano a principios del periodo bizantino.
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