Llevar el casco puesto mientras se viaja en moto es fundamental para garantizar la seguridad del motorista, y es que, según datos que maneja www.amv.es, empresa especializada en seguros de motos, su uso disminuye a la mitad la posibilidad de sufrir una lesión en la cabeza, pero, ¿son los cascos eternos o tienen fecha de caducidad?
A pesar de que los cascos hoy en día deben superar una serie de pruebas de homologación y de que los materiales de los que están hechos tienen tecnologías patentadas muy innovadoras que los hacen muy resistentes, los cascos de moto caducan. Y esto es así debido a una mala conservación, a las condiciones ambientales, el deterioro de los materiales o los daños producidos a consecuencia de un impacto. Por ello, los expertos de AMV nos cuentan todo lo que hay que saber sobre la caducidad de los cascos:
1. ¿Cuándo caduca un casco?
Aunque un casco de moto no tiene una fecha de caducidad exacta, tal y como aparece en los medicamentos o en los productos alimenticios, y aparentemente se encuentre en buen estado, la mayoría de los expertos consideran que su vida útil es de entre cinco y ocho años. Dependerá de cómo lo cuidemos, el material con el que esté fabricado, su exposición a temperaturas o agentes no recomendados, los golpes que sufra... En el interior viene la fecha de fabricación que siempre nos servirá como orientación.
2. ¿Cómo saber que el casco de moto está caducado?
Nuestro casco de moto habrá caducado y tendremos que cambiarlo por otro nuevo cuando se den estas situaciones:
De igual modo, los cascos de moto caducan si han sufrido un impacto en un accidente de circulación o al caer de cierta altura. En casos así lo mejor es acudir con ellos a un establecimiento especializado en equipamiento de motorista para que lo examinen con detenimiento.
3. ¿Cuáles son los cascos que más vida tienen?
Pues además del cuidado que le demos, es muy importante el material del que estén hechos, los hay de varios tipos:
Fibra de carbono
Son los más caros y exclusivos debido a que son muy ligeros, cómodos y resistentes. En caso de colisión, al ser muy flexibles absorben muy bien el impacto y se expanden de forma que se evita que se rompan. Son de gama alta y su duración puede rondar los ocho años.
Fibra de vidrio
Este tipo de material es muy resistente y ligero y también absorben muy bien los impactos, aunque en este caso llegan a rasgarse pero no a romperse. Es el que más se utiliza en los cascos de gama media. Su duración es de unos cinco años.
Tricomposite
El tricomposite es una combinación de tres materiales: fibra de carbono, fibra de vidrio y Kevlar. Son los más ligeros gracias al carbono y los más resistentes, debido al Kevlar y la fibra de vidrio. Su duración puede llegar a los diez años.
Policarbonato o termoplástico
Son los cascos de más baja gama, los más baratos y suelen estropearse antes, su duración media es de unos tres años.
4. Consejos para prolongar la vida útil de un casco de moto
Como hemos comentado anteriormente, el paso del tiempo, el deterioro de los materiales y los impactos nos indicarán cuándo ha llegado el momento de cambiar nuestro casco por uno nuevo. Pero, los expertos de AMV nos dan unos consejos para alargar su vida:
No dejarlo a la intemperie, ni sobre la moto
Al aparcar en la vía pública, algunos motoristas anclan su casco a la moto. Sin embargo, esto no es buena idea. La exposición prolongada al sol, el frío o la lluvia puede acelerar el deterioro de los materiales. Para evitar esto, en función de si conducimos un scooter o una moto, podemos guardarlo bajo el asiento, en el baúl trasero o en una maleta lateral o llevarlo con nosotros protegido en una funda o mochila específica.
De igual forma y para evitar impactos que puedan dañarlo, no debemos colgarlo en el manillar de la moto, ni en el retrovisor, ni tampoco dejarlo sobre el asiento, el depósito o el baúl trasero. Solo un instante en el que nos descuidemos puede hacer que se nos caiga al suelo.
No dejar nada en su interior
Hay que evitar depositar los guantes de moto, las llaves u otros objetos dentro del casco. Además de poder romper el acolchado interior, acabarán ensuciándolo e impregnándolo de mal olor.
Limpiarlo con frecuencia y de forma correcta
Sin ninguna duda, la limpieza contribuye a que un casco dure más. Cada vez que nos bajemos de la moto deberíamos, al menos, pasarle una bayeta con agua tibia para quitarle las partículas de suciedad o los insectos.
Si vamos a realizar una limpieza más completa del casco, siempre debemos de seguir las instrucciones del fabricante y, en caso de duda, consultar a un experto. Es fundamental que adquiramos productos específicos para su limpieza. ¡Nada de limpiacristales ni multiusos domésticos! Estos últimos pueden acabar deteriorando los materiales del casco.
Secarlo correctamente
Cuando limpiemos nuestro casco o después de una jornada lluviosa, no hay que utilizar un secador, ni arrimarlo a fuentes de calor como estufas, radiadores o chimeneas para secarlo. Si lo hacemos, los pegamentos que se emplean en su fabricación podrían deteriorarse. Es mejor dejar que el casco se seque a temperatura ambiente o hacerlo con cuidado con una toalla.
Guardarlo bien cuando no se utilice
Cuando no utilicemos el casco, lo mejor es que lo guardemos en un lugar seguro y protegido, por ejemplo en un armario, bocarriba, apoyado en una base cómoda y en su funda. No es conveniente que donde lo guardemos hay envases que contengan gasolina, pintura sintética o disolvente. Si es así, lo más probable es que quede impregnado de olores desagradables.
5. Tener una cobertura de casco en el seguro
Como hemos comentado, cuidar nuestro casco hará que su “fecha de caducidad” se alargue en el tiempo, sin embargo, hay imprevistos que a veces pueden suceder, y en esos casos, contar con un seguro de moto que ofrezca cobertura de casco puede ser muy beneficioso. AMV es el seguro de aquellos que piensan con el casco, y cuenta con esta cobertura en todas sus modalidades de seguro de moto.
Desde AMV, señalan: “A pesar de que los cascos no tienen una fecha exacta de caducidad, sí que caducan. Una mala conservación, las condiciones ambientales, el deterioro de los materiales o los daños producidos a consecuencia de un impacto pueden hacer que nuestro casco dure menos de lo previsto, por ello, desde AMV recomendamos no dejarlo a la intemperie, limpiarlo frecuentemente y con productos específicos, no secarlo con fuentes de calor o guardarlo correctamente cuando no se utilice para hacer que su vida útil se prolongue en el tiempo. Y por supuesto, contratar un seguro de moto que incluya la cobertura de casco”.
Escribe tu comentario