​Un viaje en el tiempo para descubrir Ayutthaya, la antigua capital de Siam

Nos acercamos a Tailandia, en el Sudeste Asiático, un país fascinante que cautiva a todos los que la visitan. Con una rica historia, una cultura vibrante y paisajes deslumbrantes, este reino exótico ofrece una experiencia de viaje inolvidable. Desde las bulliciosas calles de Bangkok, la capital, hasta las serenas playas de arena blanca en sus islas tropicales, Tailandia tiene algo para todos los gustos. Sus majestuosos templos budistas, los coloridos mercados flotantes, la deliciosa y picante gastronomía y la cálida hospitalidad de su gente, son solo algunas de las razones por las que Tailandia se ha convertido en un destino de ensueño para millones de viajeros de todo el mundo. 

Entre sus diferentes atractivos, la sonrisa es una parte integral de la cultura tailandesa y se considera una forma de mostrar cortesía, respeto y hospitalidad hacia los demás. Los tailandeses son conocidos por su calidez y receptividad hacia los visitantes extranjeros, lo que hace que la experiencia de viajar a Tailandia sea aún más especial. 

Nosotros nos disponemos a descubrir un destino tailandés lleno de encanto y misterio, un lugar donde el pasado cobra vida en cada rincón: Ayutthaya, la antigua capital del reino de Siam. Situada a unos ochenta kilómetros al norte de Bangkok, esta ciudad histórica es un tesoro que nos invita a sumergirnos en un viaje en el tiempo. Con su rica historia, en la que destacó como próspero puerto de comercio internacional, Ayutthaya fue un importante centro cultural y económico que dejó un legado inolvidable. 

Cuando nos adentramos en el Parque Histórico de Ayutthaya, nos encontramos rodeados de majestuosas ruinas que despiertan la imaginación. Los antiguos palacios y templos budistas son un testimonio silencioso de la grandeza y el esplendor que una vez reinaron en esta ciudad. Aquí, cada piedra cuenta una historia, cada estatua cobra vida en los recuerdos del pasado. 

El parque histórico es como un museo al aire libre, con una colección impresionante de estructuras arquitectónicas que dejaron una huella indeleble en la historia tailandesa. Entre las ruinas más notables se encuentran el templo Wat Mahathat, famoso por la cabeza de Buda atrapada en las raíces de un árbol, y el Wat Phra Si Sanphet, un antiguo templo real con impresionantes estupas doradas que se alzan majestuosamente hacia el cielo. 

Muy cerca del parque histórico, el Palacio Real de Bang Pa-In, también conocido como el Palacio de Verano, es una joya arquitectónica que no debe pasarse por alto. Es interesante aprovechar su cercanía a Ayutthaya para contemplar su ecléctica mezcla de estilos arquitectónicos, desde el tailandés hasta el chino y el europeo. Es un lugar que nos transporta a un mundo de opulencia y exquisita belleza. 

Ayutthaya es un lugar sagrado y lleno de espiritualidad. Al pasear por los antiguos monasterios y templos, se siente una profunda conexión con la historia y la fe de los siameses. Los monjes budistas con sus túnicas color azafrán añaden una pincelada de serenidad al paisaje y brindan una oportunidad para reflexionar y encontrar paz interior. 

Además de su riqueza histórica, Ayutthaya también es un paraíso para los amantes de la comida tailandesa. Existe un buen número de puestos de comida callejera ubicados en las áreas circundantes al parque, cerca de las entradas o en las calles principales que conducen a él. Resulta una buena idea disfrutar de la comida local antes o después de explorar el parque histórico. En general, ofrecen una amplia variedad de platos tradicionales, desde pad thai (fideos de arroz salteados con verduras) y el mango sticky rice (arroz pegajoso con mango dulce y leche de coco) hasta sabrosas brochetas de pollo satay, rollitos de primavera y una gran variedad de platos de mariscos frescos. 

Ayutthaya es un destino que no debe faltar en el itinerario de cualquier viajero ávido de cultura e historia. Aquí, el pasado y el presente se entrelazan, y cada visita se convierte en un tributo a la grandeza de esta antigua capital. Esta visita ha sido una experiencia única, llena de descubrimientos y emociones, en la que nos hemos dejado llevar por la magia del lugar en medio de la esencia más pura de Tailandia.