Cierra los ojos un instante e imagina un asador típico de Aranda de Duero con su horno de leña a pleno rendimiento. No paran de salir fuentes de barro cocido conteniendo una pieza suculenta y humeante de carne que desprende un aroma hipnótico. Es el Lechazo Asado, una cría de oveja de 9 a 12 semanas y de no más de 12 kilos que sólo se ha alimentado con leche. Con su tostado característico, este plato es muy fácil en cuanto a preparación previa, pero sumamente complejo para obtener ese punto de ternura en el interior con el crujiente del exterior.
Quienes tienen esa maestría son los 9 asadores participantes en estas Jornadas Gastronómicas. Aitana, Casa Florencio, Montemoso, el Lagar de Isilla, el 51 del Sol, asador Baldios, La Cantinaccia, asador el Cipres y asador Tudanca. Todos ellos tienen en común el cariño por las cosas bien hechas, el respeto por la tradición y la apuesta por el producto local.
Aunque el Lechazo Asado es la estrella de estas Jornadas Gastronómicas, cada uno de los asadores participantes incluirán en sus menús especiales, todos ellos por el precio de 53€ por persona (IVA incluido) algunas de las joyas de la gastronomía de la zona. Una morcilla hojaldrada con mermelada de vino tinto y chip de beicon crujiente; un guiso de manitas con mollejas y setas de temporada; unos garbanzos de Valseca con manitas de lechazo...
Comer bien, disfrutar, regalar a nuestro paladar la experiencia de saborear la esencia de una tierra que presume de gastronomía. Presume de Lechazo Asado, una institución en Castilla y León, pero que en Aranda de Duero se entiende como un motivo perfecto para sentarse a la mesa con familia y amigos y compartir un tesoro culinario único.
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