Ecuador es un destino incomparable en Suramérica. Desde sus principales ciudades se pueden combinar destinos de características únicas en distancias relativamente cortas, accediendo a la insularidad virgen del Océano Pacífico, los paisajes volcánicos y sierras andinas, la selva lluviosa amazónica y el eje costanero subtropical.
Su capital, Quito, exige del viajero especial atención para apreciar el esplendor arquitectónico de la época colonial. El Centro Histórico de Quito alberga retablos, conventos y fachadas elaboradas con el nivel estético más alto del Nuevo Mundo, encabezados por la Iglesia de “La Compañía de Jesús”, la Basílica del Voto Nacional y la Iglesia de San Francisco. La pintoresca y colorida hospitalidad de sus calles y sus expresiones gastronómicas convive con espacios abiertos como la Plaza San Francisco y la Plaza de la Independencia. Ninguna visita estará completa sin pasear por El Panecillo, La Ronda, el Teleférico, el Parque La Carolina y el Museo del Agua Yaku. Quito, como sede del gobierno ecuatoriano, alberga al Palacio de Carondelet, también incluido entre sus atractivos turísticos. El lugar preferido para una selfie de clase mundial es “La mitad del mundo”, ubicada en la latitud exacta 0°0’0”, donde viajeros de todo el mundo acuden a registrar las vivencias propias de este hito geográfico.
La espectacular Sierra Central, al Sur de Quito, alberga las cumbres nevadas de los volcanes Cotopaxi (Provincia Cotopaxi) y Chimborazo (Provincia Chimborazo); además de ciudades como Riobamba, con su recorrido ferroviario hacia “la Nariz del Diablo”; encantadores paisajes rurales, ideales para recorridos a pie o a lomo de caballo, así como páramos con lagunas como la de Quilotoa. Para planes más sencillos desde la habitación del hotel luego de extenuantes paseos puedes dar una vuelta por ec.novibet.com mientras pides la comida con el room service.
La Sierra del Sur posee entre sus atractivos para los viajeros a la ciudad colonial de Cuenca (Provincia de Azuay), cuya Catedral es un referente artístico de su época y Patrimonio Cultural de la Humanidad declarado por la UNESCO, además de ser un conveniente punto logístico para extender el viaje hacia las ruinas Incas de Ingapirca.
Más al sur, en la ruta costanera del Pacífico encontramos las zonas de resorts playeros como Montañita y Salinas con sus oleajes perfectos para los surfistas y amantes de los deportes marinos a motor. Guayaquil, la ciudad más grande del país y su principal puerto, tiene al Malecón 2000 como una de sus principales atracciones turísticas, por su electrizante vida nocturna y su cálido recorrido junto a las playas. También en la región de Guayas encontraremos la Reserva-Ecológica Manglares Churute, la pintoresca villa de Zaruma y la selva petrificada de Puyango.
Las Islas Galápagos son una de las principales cartas de presentación para el turista que visita el Ecuador. Este archipiélago volcánico es uno de los referentes de vida natural del planeta desde la expedición del biólogo Charles Darwin a mediados del siglo XIX, y su encanto ha trascendido muchas generaciones desde entonces. En Galápagos el visitante tendrá, como en ninguna otra parte del mundo, la oportunidad de acercarse (incluso a nado abierto) a tortugas y tiburones, además de ver en su hábitat a delfines, focas y ballenas. Las espectaculares vistas, los sonidos e imágenes que podrá captar de propia vista y con sus cámaras, ofrecen una experiencia inigualable a los amantes de la naturaleza y los comprometidos con su preservación.
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