​Los Jardines de Hamilton: una joya escondida en la tierra de los kiwis

Estamos ávidos de naturaleza, motivo que nos mueve a acercamos a un país con un patrimonio natural impresionante. La cuna del pájaro kiwi nos espera. Nos disponemos a visitar Nueva Zelanda, un lugar con tantas opciones para disfrutar al aire libre que resulta difícil decidirse solo por una. 

En esta ocasión buscamos un destino muy especial situado en la región de Waikato, un territorio de la Isla Norte ubicado al sur de la ciudad de Auckland. La región es conocida por sus bellos paisajes, sus parques naturales, su agricultura y su importante industria lechera. La capital es Hamilton, la cuarta urbe más grande del país, un importante centro de educación e investigación, y un destacado espacio comercial y de servicios. Además, uno de sus aspectos más atractivos deriva del río Waikato, que atraviesa la ciudad y ofrece un buen número de oportunidades para realizar actividades al aire libre, como pesca, kayak y paseos en bote. Pero, si por algo es conocida esta ciudad neozelandesa es por los Jardines de Hamilton, protagonistas del paseo que estamos a punto de iniciar. 

Los Jardines de Hamilton son uno de los principales lugares turísticos de la ciudad. Estos jardines públicos son el espacio ideal para pasear, relajarse y disfrutar de la naturaleza. 

En el siglo XIX, los Jardines de Hamilton eran únicamente un parque público. Sin embargo, con el paso del tiempo, en el año 1960, los jardines fueron creciendo en tamaño y variedad hasta ser catalogados oficialmente como un jardín botánico, y comenzaron a recibir mayores atenciones para su desarrollo y mantenimiento. Recién iniciado el siglo XXI, se convirtieron en miembro fundador de la Asociación de Jardines Botánicos de Nueva Zelanda, y en la actualidad han pasado a ser uno de los grandes tesoros naturales y culturales de la región. 

El jardín botánico de Hamilton cuenta con una gran variedad de plantas nativas y exóticas y con hermosos jardines temáticos, cada uno con su propia identidad y atractivo. Resulta un auténtico placer caminar por los senderos que serpentean a través de los jardines, explorando los diferentes espacios. 

Entre las más de veinte áreas temáticas de los jardines se encuentra el Jardín del Mundo, uno de los más populares, pues ofrece una experiencia que invita a viajar alrededor del planeta a través de plantas y decoraciones que nos trasladan a lugares como Japón, China o India, entre otros destinos. 

Los Jardines de Hamilton también son un auténtico santuario para plantas y animales nativos de Nueva Zelanda, siendo un lugar ideal para aprender sobre la flora y fauna de la región. Una de las especies de flores más curiosas que pueden contemplarse es la rafflesia, también conocida como ‘flor cadáver’. Es una de las más grandes del mundo, y puede llegar a medir hasta un metro de diámetro y pesar hasta diez kilos. La flor tiene un olor fuerte y desagradable similar al de la carne podrida, lo que atrae a los insectos que la polinizan. 

Estos espectaculares jardines neozelandeses también ofrecen una gran variedad de eventos durante todo el año, incluyendo festivales de jardinería, exposiciones de arte, eventos culturales y conciertos. Una de las citas más destacadas es el Festival de los Jardines de Hamilton, que se celebra anualmente en febrero y ofrece una oportunidad para que los visitantes disfruten con exhibiciones de flores, talleres y presentaciones en vivo.