Las motos acusan el paso del calor al frío, especialmente, aquellos elementos que están más expuestos a la caída del termómetro. El anticongelante es un claro ejemplo, al ayudar a que el circuito de refrigeración no se congele cuando la moto está parada, de ahí que sea imprescindible su buen mantenimiento para evitar averías de hasta 4.000 euros, según Euromaster, el especialista en el cuidado y mantenimiento integral del vehículo.
En concreto, si la temperatura cae por debajo de los 0 grados y el nivel de anticongelante no es el adecuado, puede llegar la temida avería e, incluso, la posibilidad de gripar el propulsor. Por ello, llevar un correcto mantenimiento del líquido, así como un nivel óptimo, es primordial para mantener la buena salud del motor.
Otro componente afectado por la temperatura exterior son los neumáticos, tanto a nivel de presión como de rendimiento. Y lo es, sobre todo, con la llegada de las primeras lluvias, momento en el que hay que mostrar especial atención al estado de las gomas, dado que son muy sensibles a dichos cambios. Si las condiciones meteorológicas son adversas se recomienda circular con precaución al iniciar la marcha, ya que los neumáticos todavía están fríos y la adherencia disminuye.
También hay que revisar con asiduidad la transmisión, especialmente, después de largos viajes. Engrasarla y comprobar que está bien ajustada son los factores más determinantes. Si se estropea, la cuantía ascenderá hasta los 300 euros.
Por último, la batería es un componente muy sensible al cambio de estación, al sufrir como pocos el termómetro, tanto hacia el frío como el calor extremo. Una falta de revisión puede dejar tirado al conductor en cualquier momento. Además, lo hace sin previo aviso. Lo mismo sucede con el aceite: si está por debajo del nivel mínimo puede ocasionar una rotura de motor y el “temido desembolso” de 4.000 euros.
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