Los goshuin son un recuerdo en forma de certificado que se pueden adquirir al visitar un templo o un santuario en Japón. Este cuenta con un sello realizado con tinta bermellón y una firma hecha a mano por un monje con la técnica de la caligrafía. También incluye contenido propio relacionado con el lugar sagrado, lo que se traduce en la singularidad y exclusividad de cada una de estas piezas, llegando a convertirse en una auténtica moda en el país. Así que, los viajeros que busquen un recuerdo único encuentran en este certificado la mejor opción.
Aunque se desconoce el origen de los goshuin, se cree que este comenzó con las peregrinaciones espirituales por los templos y los santuarios del país, donde servían como “prueba” de paso por los diferentes lugares sagrados y solo se entregaban bajo la condición de que el peregrino escribiera, con pincel y tinta, un sutra, okyō en japonés. Hoy en día pueden adquirirse visitando los templos y los santuarios.
El goshuin se realiza sobre las hojas de un cuaderno de estampas específico llamado goshuin-cho y su precio oscila entre los 1.000 y 2.000 yenes (aproximadamente 12-18€). Las cubiertas suelen ser de papel japonés (washi), tela o madera de ciprés con grabados, siendo este último material uno de los más especiales. Además de en los templos y santuarios, pueden comprarse en prácticamente todas las papelerías del país.
A continuación, algunas recomendaciones de templos y santuarios que poseen algunos de los goshuin más especiales de Japón.
Santuario Sakuragi jinja
Ubicado en Noda, en la prefectura de Chiba, muy cercana a Tokio, el santuario está rodeado de árboles de cerezo de diversas variedades. La mayoría florecen en primavera, aunque algunos lo hacen también en otoño. De esta forma, la flor del cerezo (sakura) es la principal protagonista del santuario y, por tanto, está muy presente en el diseño de sus goshuin. Hay una edición limitada que solo están a la venta durante la primavera (concretamente del 9 al 29 de marzo). El diseño de este cambia cada año, lo que causa sensación entre los coleccionistas.
Santuario Ohara jinja
También situado en la prefectura Chiba, en la ciudad de Narashino, los goshuin de este santuario son muy coloridos y llenos de detalles. La mayoría presentan dibujos de animales, flores y la puerta de entrada al santuario o torii y sus diseños varían según la estación del año y el clima del día de la visita. Por ejemplo, si llueve, se representan en el goshuin gotas azules. El goshuin-cho de este santuario tiene una cubierta de gran belleza en la que están representadas las cuatro estaciones.
Templo Reikan-ji
Se encuentra en los alrededores de la ciudad de Kioto y abre sus puertas únicamente en primavera y otoño. Sus goshuin han ido evolucionando con el tiempo, abriéndose a nuevos diseños, pero, principalmente, suelen tener dibujos de flores con tonos rosados. Además, en el recinto del templo habitan dos perritas llamadas “Nami” y “Coco”, muy queridas por todos los visitantes.
Santuario Taikodani Inari jinja
Se trata de uno de los cinco santuarios dedicados a Inari, deidad sintoísta relacionada con las buenas cosechas y la prosperidad de los negocios más importantes de Japón. Reconocido por su reputación de conceder deseos, este lugar situado en la ciudad de Tsuwano, prefectura de Shimane, tiene un túnel de puertas rojas torii a través del cual se observan pequeños santuarios repletos de figuras blancas con forma de zorro. Estos animales se consideran los mensajeros de Inari y son los protagonistas de su goshuin, a la izquierda un zorro blanco y a la derecha uno negro.
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