Nuestro destino se encuentra en Tailandia, ese lugar del mundo con paisajes de postal y rincones paradisíacos, un punto del planeta donde resulta fácil alimentar los sentidos, especialmente la vista, descubriendo sus numerosos tesoros, y el gusto, saciando a los paladares más exigentes con su exótica y deliciosa gastronomía. Estamos en el país de la eterna sonrisa, un gesto de felicidad que no vamos a poder evitar –ni queremos hacerlo- a lo largo de este pequeño paseo.
Nos dirigimos a Koh Phangan. Situada al sur del golfo de Tailandia, esta fantástica isla es especialmente conocida por su multitudinaria y animada Fiesta de la Luna Llena, cita que se celebra una vez al mes. Su origen se sitúa en la década de los ochenta del siglo pasado, cuando un pequeño grupo de mochileros celebraba una fiesta en la playa. Era una noche de luna llena y se acompañaban de la música de sus guitarras. El evento fue creciendo y en la actualidad esta celebración es conocida en todo el mundo. Además de la música, suele haber actuaciones de diferentes artistas, fuegos artificiales, pequeños puestos de comida para resistir hasta el amanecer, etc.
Pero al margen de esta reunión festiva y algo alocada, Koh Phangan es el sitio ideal para aquellos que buscan lugares poco concurridos y tranquilos. Cuenta con algunas de las playas más espectaculares del país, donde el relax está garantizado.
La estancia en esta isla, situada a unos cien kilómetros de la costa, resulta muy gratificante y es una experiencia tan balsámica como una cura contra el estrés. En este rincón del mundo es muy habitual la práctica del yoga y los retiros de meditación. La simple contemplación de sus paisajes, perfilados por playas increíbles de aguas transparentes y montañas cubiertas de cocoteros, ya nos invita a encontrar la calma y el bienestar.
Casi toda la isla forma parte del Parque Nacional Than Sadet, una zona protegida que abarca más de sesenta kilómetros cuadrados de territorio y que recibe su nombre del río que cruza este espacio natural. El parque alberga impresionantes cascadas y una espectacular vegetación. También incluye varias pequeñas islas y toda la zona costera.
El Parque Nacional Than Sadet de Koh Phangan dispone de diferentes miradores que ofrecen panorámicas espectaculares del entorno. Además, paseando por este espacio natural es habitual encontrarse de pronto frente a un Buda sonriente, porque el lugar está salpicado de templos que añaden un plus de interés a cualquier excursión por este bonito territorio.
Los deportes acuáticos, el senderismo, los paseos en barca o la posibilidad de perderse en alguna de las mágicas playas de Koh Phangan son algunas de las actividades que nos ofrece este increíble destino tailandés.
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