Nos acercamos a la República Checa. Nuestro destino se encuentra a unas dos horas de trayecto por carretera al sur de Praga, la capital del país y una bellísima ciudad que forma parte de la región de Bohemia y que está bañada por el río Moldava. Nuestros pasos se dirigen a una pintoresca población que luce un espectacular centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Estamos en Telc.
Telc es una pequeña ciudad llena de encanto y su principal atractivo se encuentra en su gran plaza Mayor. Está dedicada a Zacharias de Hradec, el que fuera gobernador de la población en la segunda mitad del siglo XVI. En aquella época la ciudad de Telc sufrió un devastador incendio que arrasó con todo, por lo que Hradec ordenó levantar de nuevo el núcleo central de la población construyendo impresionantes edificios de preciosos colores y fachadas renacentistas.
Curiosamente, tiempo después, la gran plaza de Telc volvió a ser presa de las llamas, por lo que las autoridades se vieron de nuevo obligadas a reconstruir las fachadas de los edificios levantados en la época de Zacharias de Hradec. Lo hicieron respetando hasta el último detalle su imagen original, y así es como podemos contemplarlos en la actualidad.
La plaza Mayor de Telc está considerada una de las más bellas de toda la República Checa. Además, es un lugar lleno de vida y actividad que cuenta con un buen número de tiendas y pequeños cafés situados bajo los arcos de los coloridos edificios.
Sin salir de la plaza nos encontramos con la bonita iglesia de San Jacobo en la que se conservan dos campanas, de las cuales la más antigua se remonta a mediados del siglo XVI. Las vistas del centro histórico de Telc desde lo más alto de la torre –de más de cincuenta metros de altura- son impresionantes, por lo que es recomendable animarse a subir hasta su punto más elevado. También destaca en el centro de la plaza una impresionante columna barroca dedicada a la Virgen María, una magnífica obra del siglo XVIII.
No podemos dejar Telc sin visitar su castillo, construcción gótica que fue reconvertida por Zacharias de Hradec en un elegante palacio residencial de estilo renacentista. El edifico está rodeado de bellos y cuidados jardines.
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