Nos dirigimos al norte de Gales, a un escenario mágico en la costa oeste de Gran Bretaña. Buscamos un ambiente plácido y aventuras en plena naturaleza, y estamos en el lugar ideal: la pequeña isla Llanddwyn, situada frente a la costa de la isla de Anglesey. En realidad, no se trata de una isla, sino de una franja de terreno que permanece unido a tierra cuando lo permite la marea.
El lugar ofrece una magnífica excursión, una agradable escapada para huir del ritmo acelerado de las ciudades. Se encuentra a unas dos horas por carretera de Liverpool y junto al Parque Nacional Snowdonia, un extenso espacio que cuenta con una de las montañas más altas de Inglaterra, el monte Snowdon, con más de mil metro de altura, y el lago natural más grande de este punto del planeta. Es un territorio que ofrece una atractiva diversidad de paisajes y posibilidades. Además de las zonas de increíble naturaleza, si lo recorremos vamos a disfrutar de pequeños y pintorescos pueblos, castillos, abadías, cascadas, playas y un sinfín de opciones para practicar deporte y paseos. Precisamente, desde la isla de Llanddwyn se alcanza a ver una magnífica panorámica de Snowdonia.
La isla de Llanddwyn debe su nombre a la patrona galesa de los enamorados, de la que se cuenta que decidió retirarse del mundo en este pequeño trozo de tierra, lugar que se convirtió en punto de peregrinación de aquellos que deseaban encontrar o recuperar el amor. De hecho, la isla aún guarda los restos de una pequeña capilla dedicada a la santa.
Pero si algo destaca en Llanddwyn es el encantador faro ubicado en la punta de la isla. Construido en el siglo XIX, en la actualidad todavía sirve de guía a los barcos que navegan por la zona. Su aspecto difiere bastante del que posee un faro convencional, ya que su diseño está inspirado en los molinos de viento de la isla de Anglesey, lugar que en el siglo XVIII supo aprovechar la abundancia de viento construyendo un buen número de molinos para moler el grano.
La isla de Llanddwyn forma parte de la Reserva Natural de Newborough, ya que posee una gran riqueza natural, formada por una amplia gama de plantas y numerosas aves marinas que suelen anidar en este pequeño territorio. Además, la isla ofrece un gran interés geológico, pues cuenta con formaciones de lava almohadillada, lava basáltica que solidifica en un entorno subacuático y adquiere un aspecto similar a almohadas o cojines apilados unos sobre otros.
Sin duda, Llanddwyn bien merece un paseo, una buena caminata a través de sus senderos y su zona de bosque o disfrutar de su playa. Los atardeceres y amaneceres en este punto del mundo son un espectáculo que siempre permanece en el recuerdo.
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