​Breve paseo por la Gran Muralla

Hace más de 2.000 años el emperador Qin Shi Huang logró la proeza de unificar el territorio chino, por entonces dividido en estados feudales. Se convirtió en todo un héroe, dejando una estela que es admirada aún hoy en día. 

Si nos acercamos a su figura someramente es porque bajo su imperio se planificó y construyó una de las grandes maravillas del mundo: la Gran Muralla. Lo hizo conectando los tramos y muros anteriormente construidos convirtiéndolos en un todo. 

Este antiguo guardián del territorio chino es una enorme fortificación que serpentea a lo largo de más de 6.000 kilómetros por las montañas del país asiático. Ya innecesaria su antigua utilidad como gran puesto de vigilancia para advertir de posibles ataques, es un valor turístico incomparable que millones de personas visitan todos los años, aunque no en su totalidad, algo comprensible si tenemos en cuenta la longitud del recorrido. 

La Gran Muralla se encuentra a poco más de una hora de Pekín, la enorme capital de China. Desde la ciudad son habituales las excursiones hasta la gran construcción. La mastodóntica obra recibe la visita de cientos de turistas todos los días. 

Soldados, campesinos, granjeros, prisioneros… Todos participaron, con la ayuda de un buen número de animales, en la construcción de esta colosal obra siguiendo las órdenes del emperador. Muchos murieron durante el proceso, un trabajo que se prolongó durante muchos años. Su grandeza está a la vista y la dificultad de la obra es más que evidente: recorre en su mayor parte territorio montañoso, haciendo el máximo uso de cada precipicio y acantilado para que aumentara su capacidad defensiva en el pasado. 

¿Es la única obra humana visible desde el espacio? Difícil confirmarlo para aquellos que no hemos tenido la suerte de viajar al espacio exterior, por lo que nos vemos obligados a barajar teorías ajenas que, por cierto, parecen no llegar a un acuerdo al respecto. Debemos entender que su observación dependerá de muchos factores: la distancia de quien mira respecto al planeta tierra (el espacio es enorme), las condiciones atmosféricas, la posición y ángulo, etc. 

Este gran símbolo chino, declarado Patrimonio de la Humanidad, ha sido restaurado y perfeccionado en diversas ocasiones a lo largo de la historia.