​Las dos torres más emblemáticas de Estambul

El horizonte de la ciudad de Estambul está magníficamente dominado por diferentes construcciones que son auténticos símbolos de Turquía. Se trata de edificaciones con cientos de años de historia que reinan en esta antigua ciudad, punto de encuentro entre Europa y Asia. El legado que tres imperios dejaron en este punto del planeta -el romano, el bizantino y el otomano- convive con el ajetreo y la actividad de una ciudad moderna llena de contrastes. 

Vamos a descubrir dos de las joyas de la ciudad más poblada de Turquía, puntos de obligada visita si llegamos a este territorio ubicado entre dos mares y dividido por el estrecho del Bósforo. Una capital también famosa por ser destino de compras y por ofrecer una excelente gastronomía. 

Torre de Gálata 

Este magnífico mirador, con cientos de años de antigüedad, ofrece una panorámica increíble de Estambul. Ubicada en el barrio de Gálata, en el pasado sirvió de guía a muchos de los barcos que se acercaban a la ciudad. Testigo de la historia de esta tierra, estamos en una construcción de piedra, de forma cilíndrica y remate cónico, que se ha ganado ser uno de los grandes símbolos de Turquía. La Torre de Gálata es una sólida obra que parece que vigila toda la actividad de esta atractiva urbe. 

Si nos animamos a subir hasta la parte más alta de la torre, que cuenta con nueve pisos de altura, también podremos disfrutar de una magnífica velada en el restaurante que se ubica en su última planta. El entorno es magnífico. Y si tenemos la suerte de contemplar una puesta de sol, la estancia nos resultará inolvidable. 

La Torre de la Doncella 

También conocido como faro de Kiz Kulesi, esta torre se encuentra en un islote en la entrada sur del estrecho del Bósforo. Es uno de los grandes iconos del país y uno de sus edificios más antiguos. Contemplar el atardecer desde aquí es un espectáculo que atrae a numerosos visitantes. 

A lo largo del tiempo la Torre de la Doncella ha sido objeto de bastantes remodelaciones y, además de su función como faro, ha servido de prisión, de lugar de retiro para oficiales de la marina, como espacio para guardar cuarentenas… En la actualidad es un lugar visitado por cientos de turistas. Cuenta con un destacado componente romántico: es aquí, concretamente en el restaurante de la torre, donde muchos turcos enamorados piden matrimonio a sus novias. 

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Sin duda, Estambul es una ciudad fascinante. A las múltiples visitas interesantes que ofrece hay que sumar su exquisita gastronomía y sus variadas opciones para realizar compras de todo tipo. Aquellos que disfruten en los mercados bulliciosos y en los bazares repletos de artesanía y orfebrería tradicional, no pueden perderse su Gran Bazar. Es uno de los más grandes del mundo y dispone de miles de tiendas con artículos a muy buenos precios. El lugar es tan grande que podemos invertir todo un día en recorrer sus múltiples pasillos y puestos.