Viajamos a uno de los lugares más espectaculares del planeta. Queremos intentar captar las mismas sensaciones y fascinación que probablemente sintió Charles Darwin al desembarcar aquí en el año 1.835 con su barco, el famoso Beagle. Vamos a disfrutar de aguas cristalinas y a contemplar delfines, tortugas gigantes, tiburones, leones marinos… Seguro que también descubrimos algunas de las huellas que dejaron los piratas y los marineros a lo largo de la historia. Estamos en las islas Galápagos, el paraíso en el que nació la Teoría de la Evolución.
Este archipiélago, en el que viven algo más de 30.000 habitantes, pertenece a Ecuador y es de origen volcánico. Se encuentra a algo menos de mil kilómetros de la costa y está formado por 13 islas con una superficie superior a los 10 kilómetros cuadrados, otro pequeño grupo de islas menores y un buen número de islotes. Este fascinante conjunto natural es uno de los parques marinos protegidos más importantes del mundo.
Las Galápagos son un paraíso de rica diversidad. De hecho, la UNESCO declaró a este archipiélago Patrimonio Natural de la Humanidad. Tanto su flora como su fauna son auténticas joyas entre las que podemos encontrarnos con especies totalmente únicas y asombrosas, como la zayapa, una especie de crustáceo de llamativos colores.
Como hemos destacado, el naturalista británico Charles Darwin fue el visitante más famoso de las islas, tanto es así que el mayor centro científico de la zona lleva su nombre. Darwin pasó varias semanas observando y tomando anotaciones sobre la vida silvestre de este territorio y fue aquí donde sentó las bases de su revolucionaria teoría sobre la evolución de las especies. También se bautizó con el nombre del científico a un volcán y a un lago que contiene agua salada.
Darwin no fu el único visitante de las islas. A lo largo de la historia llegaron hasta aquí numerosos marinos, exploradores y piratas. En este sentido, la bahía de Post Office, en la isla Floreano, es uno de los lugares más famosos. Aquí se encuentra el barril que fue dejado por un miembro de un buque ballenero y que más tarde otros balleneros utilizaron como oficina de correos. Actualmente, es un gran símbolo de este remoto lugar.
Este lugar del mundo invita a un encuentro íntimo con la naturaleza y los paisajes vírgenes. Además, las Galápagos son un paraíso para los buceadores. Aquí podemos encontrar playas increíbles de arenas con gran variedad de colores: blancas, rojas, marrones, verdes, negras…, un abanico multicolor que se debe a la mezcla de materia orgánica, como corales y conchas, e inorgánica, como los minerales. El paisaje resultante es bellísimo.
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