Palacio da Pena: explosión de color en Sintra

Siguiendo el ritmo de un fado, nos acercamos a una encantadora villa portuguesa muy cercana a Lisboa, la capital del país luso. Visitamos Sintra, una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad que se encuentra rodeada de un privilegiado entorno natural y exhibe orgullosa su gran variedad de palacios, castillos, monumentos, jardines y casas con historia dispuestas a lo largo de sus empinadas calles.

La Quinta da Regaleira, el Palacio Nacional de Sintra, el de Monserrate o el Castelo dos Mouros son algunos puntos clave de esta pequeña ciudad. Aunque existe una imagen que siempre identifica a este punto de Portugal: el Palacio da Pena.

El Palacio da Pena, del siglo XIX, es la construcción más emblemática de Sintra. Está situado sobre un cerro que domina todo el paisaje y su nombre deriva del antiguo monasterio de Nuestra Señora da Pena que se encontraba en este lugar. El magnífico edificio fue residencia real y está considerado uno de los palacios más bellos de Europa. 

Es habitual quedarse boquiabierto ante este espectacular edificio que juega divertido con una alegre mezcla de estilos: romántico, neogótico, renacentista, islámico… Pero, además de este encantador eclecticismo arquitectónico, lo que hipnotiza a quien lo contempla es su curiosa imagen y el derroche de colores que exhibe: amarillos, rosados, grises, azules, etc.

Su interior, repleto de detalles, también merece una visita. Llamativos azulejos, pinturas murales y habitaciones que conservan el mobiliario de sus antiguos residentes pertenecientes a la realeza portuguesa de la época.

El Palacio da Pena, clasificado como Monumento Nacional de Portugal, cuenta con otro gran atractivo: el hermoso parque que lo rodea. Palacetes, estanques, lagos, miradores, pabellones y árboles y plantas procedentes de todo el mundo, muchas de ellas de especies exóticas. Es un lugar ideal para el paseo y para recobrar la tranquilidad después de las emociones que regala una visita a este singular palacio portugués.