Degustar una sabrosa ‘caldereta de langosta’, admirar la singular cultura talayótica, senderismo junto al mar por el Camí de Cavalls, practicar deportes náuticos, chapuzones en playas y calas vírgenes… Menorca es el escenario perfecto para una oxigenante escapada en 2021, sin masificaciones, a ritmo slow y con una gran oferta de alojamientos rurales. Un variado cóctel de emociones para dejarse tentar por una isla que es Reserva de Biosfera desde hace más de un cuarto de siglo, Destino Starlight y Región Europea de la Gastronomía 2022. Estos son 12 buenos motivos para disfrutarla con los cinco sentidos.
Gastronomía. La cocina menorquina, con productos de proximidad, tiene a lo largo del año diversas citas, como las Jornadas de Peix o las de la Perdiz (febrero), Vedella Vermella (marzo), Menorca en el Plato (junio), Mostra de Cuina Menorquina (septiembre)… sin olvidar que durante enero continúan los ‘Miércoles es dia de Brou’. Una excelente oportunidad para degustar platos como la ‘caldereta de langosta’ o productos como el queso DO Mahón, sobrasada, vaca menorquina, ‘carn i xua’, ‘cuixot’, el aceite de acebuchina o los vinos.
Patrimonio. Diversas rutas –talayótica, británica, fortificada, museística, religiosa– ponen en valor toda la riqueza patrimonial de la isla, como complemento perfecto a las visitas en cualquier época del año.
Cultura. Música, artes escénicas o cine se dan cita en eventos como el Menorca Jazz Festival (marzo a mayo), Cranc Festival (mayo), Festival Pedra Viva (julio a septiembre), Menorca Film Festival (julio)… o la temporada de Ópera en el Teatre Principal de Maó, el coliseo operístico más antiguo de España, que data de 1829.
Deporte. Menorca es escenario de numerosas competiciones. Así lo demuestran trails como el dels Fars (febrero), Camí de Cavalls (mayo) o el Epic Camí de Cavalls 360º (noviembre); la Copa del Rey de Vela Clásica (agosto), la Regata Reserva de Biosfera (septiembre), las 5/10 Millas Ciutat de Maó (septiembre), la Triatlon Artiem Half Menorca (septiembre) o el Estrella Damm Menorca Open de Padel (octubre).
Turismo activo. Al margen del deporte de competición, Menorca permite la práctica de actividades al aire libre, tanto marítimas (kayak, vela, windsurf paddle surf, snorkel, submarinismo) como terrestres (golf, cicloturismo, equitación o senderismo por el histórico Camí de Cavalls, que circunvala la isla en los 185 kms. de su perímetro)
Turismo náutico. Una manera tranquila y lúdica de descubrir la esencia marítima y marinera menorquina a través de excursiones en barco o catamarán.
Naturaleza. Reserva de Biosfera desde 1993, tiene su núcleo en el Parque Natural de s’Albufera des Grau. Pero recorriendo la isla se puede admirar la forma como se ha parcelado el campo –mediante la ‘pared seca’, pared de piedras sin ningún tipo de argamasa, característico del paisaje menorquín–, el paisaje rocoso de Punta Nati o ese fascinante cóctel de dunas, barrancos y conjuntos forestales de encinas, acebuches y pinares.
Sol y playa. Al norte, la zona de ‘tramontana’ destaca por sus formaciones rocosas de pizarra y arcillas rojas, con calas y playas salvajes como Cavallería, Pregonda, Pilar o Algaiarens. La zona sur ofrece calas paradisíacas de fina arena y aguas turquesa, como Macarrella, Turqueta o Es Talaier. También hay playas urbanas, como Cala Galdana, Son Bou o Punta Prima, con todos los servicios, bandera azul y alojamientos hoteleros de calidad.
Fiestas. Con los caballos como grandes protagonistas, los ‘jaleos’ (de junio a septiembre) son una de las señas de identidad festivas de Menorca y tienen incluso una feria: la del Caballo de Raza Menorquina (mayo). También son de destacar sus mercados y mercadillos veraniegos.
Observacion de estrellas y cielo nocturno. Reserva y Destino Starlight desde 2019, Menorca es ideal para admirar las estrellas por la calidad de su cielo, limpio de contaminación lumínica. A lo largo de todo el año se organizan experiencias de estas características, en especial en la zona de La Vall (Algaiarens).
Birding. Los amantes de la observación de aves también pueden disfrutar de este espectáculo natural. Situada en mitad de las rutas migratorias del Mediterráneo, Menorca ofrece la posibilidad de ver unas 200 especies de aves, en especial en s’Albufera des Grau, aunque también en diferentes zonas húmedas, barrancos, acantilados e islotes.
Bienestar. La salud y el wellness son el perfecto complemento a las distintas actividades físicas que ofrece la isla. Una apuesta por el turismo slow y en espacios rurales que hará las delicias de las familias con niños.
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